A pesar de haber salido el año pasado, la producción más reciente de Nightwish cumplirá apenas un mes de haberse puesto a la venta en nuestro país. Y muchos fanáticos no esperaron ni un momento para conseguirlo; y la verdad, ¿a quién no le gustaría tener un disco de este calibre?
Los que tuvieron la oportunidad de asistir a alguno de los conciertos de la nueva era de Nightwish no me dejarán mentir: Floor Jansen, vocalista de ReVamp y antiguo miembro de After Forever, cumplió con (e incluso superó) las expectativas. Y Wacken fue el lugar escogido por la banda para grabar su quinto álbum en vivo, sin duda uno de los mejores, peleando incluso con End of an Era por el primer lugar. El DVD/Blu-Ray que sacó Nuclear Blast es magnífico. Desde la primera canción, Dark Chest of Wonders, recordamos de lo que se trata esta banda: relatar las mejores historias de la mente del tecladista y compositor principal de Nightwish, Tuomas Holopainen, quien nunca dejó de mover la cabeza al ritmo de su música y mucho menos de sonreir. Emmpu bromeaba con sus compañeros de banda y convivía con el público; Marco reventaba los oídos de los presentes con su bajo y su potente voz. Los cuatro miembros fijos de una de las mejores bandas del metal sinfónico disfrutaban cada momento dentro uno de los festivales de metal más grandes del mundo como nunca lo habían hecho.
Floor le añade un toque único que nunca se le había visto a la agrupación finlandesa. Su presencia en el escenario es mucho mejor que la de Anette y que la de Tarja, mientras que su voz cumplió a la perfección con la difícil tarea de combinar lo mejor de estas dos vocalistas. Un setlist mixto fue lo que ayudó a demostrar su calidad vocal, con muchas canciones de los dos mejores discos de Nightwish: Once (una de las piezas maestras y de las favoritas de los fanáticos, Dark Chest of Wonders; la infaltable Nemo; Ghost Love Score y una de las sorpresas de la noche, Romanticide) e Imaginaerum, el disco del cual la gira lleva el nombre (Ghost River, Storytime, I Want My Tears Back, Song of Myself y Last Ride of the Day), además de algunas canciones de Wishmaster (otra de las sorpresas, She Is My Sin), Century Child (la clásica y emotiva Ever Dream, así como Bless the Child) y de Dark Passion Play (la instrumental Last of the Wilds). El público de Wacken respondió muy bien a la nueva vocalista y a la mezcla de canciones; no decepcionó en lo absoluto con sus gargantas coreando cada canción, acompañando con las palmas y, por supuesto, mateando.
Por si fuera poco, Troy Donockley le añade una porción extra de ánimo a Nightwish, además de encajar a la perfección en algunas de las canciones y hacer posible una de las más bellas: Last of the Wilds. Siempre con una sonrisa en el rostro y platicando con Emmpu, Troy es el encargado de las flautas, pipas y gaitas, y ha realizado su labor de manera excelsa, haciendo que Nemo suene aún mejor de lo que ya sonaba.
La banda tiene energía renovada con la llegada de Floor y de Troy a la alineación oficial, una energía que nunca se había sentido tan bien, tan emocionante. El ambiente que vive Nightwish es muy ameno, algo que no sucedía cuando Anette era miembro de la banda, según el documental incluido en la edición de dos DVD’s y que lleva por título “Please Learn The Setlist In 48 Hours”. Los fans de hueso colorado deberían conseguir esta edición, ya que el segundo disco no solamente muestra la era de Floor, sino que también revela los últimos días de Anette en la agrupación (quien, por cierto, se puso sus moños e insistió en que ni su voz ni su cara salieran en el documental).
La producción sonora de este álbum es lo único que deja un poco que desear. Pero eso es sólo si tienen los CD’s, ya que si ven el concierto se les olvida por completo ese detalle; uno es absorbido por el momento y por la música, los 6 miembros se encargan de llevar la mente a otro universo. Seguramente los que asistieron al Teatro Metropolitan el 28 y 29 de noviembre de 2012 revivirán cada instante de aquellas míticas noches; noches que cambiaron la vida de muchos.