La banda sueca de Symphonic Metal Therion se embarcó en una enorme gira por territorio mexicano visitando en total 18 ciudades, algo que muy pocas bandas extranjeras pueden presumir, Una de esas fechas claro tenía que ser en la capital mexicana y fue en el Auditorio BlackBerry donde los fieles seguidores de esta bestia del metal se dieron cita con un rotundo “sold out”. Tras la actuación de la banda mexicana Alayhda la cual fue bastante aplaudida por los asistentes una enorme manta con el logo de la banda estelar despertó los gritos y euforia de la gente, que entró en éxtasis cuando las luces se apagaron y el sonido ambiente puso como intro la famosa pieza “Also Sparch Zarathustra” con lo cual cada uno de los miembros de Therion tomó su lugar en la tarima.
Un pequeño fragmento de “O Fortuna” fue la entrada con la que Therion dio paso al poder de la brutal “The Blood Of Kingu“, para después arrancar aun más aplausos con la melódica y bella “Birth Of Venus Illegitima”, en la que la banda menciono lo bien que se sentía estar en casa haciendo referencia a nuestra ciudad. “Litany Of The Fallen” y “Tuonela” fueron los siguientes temas en ser ejecutados y para este momento el sonido que había sido un poco bajo al inicio se encontraba ya con mucho mejor potencia. “Vamos a hablar sobre una leyenda sueca, de una puerta misteriosa que abre a un vacío desconocido” narró Chiara Malvestiti, una de las voces femeninas del grupo, como prólogo a “Ginnungagap”; para que después la española Rosalía Sairem nos dijera nos llevaría lejos a una tierra mucho más antigua y así es como hicimos el viaje a “Lemuria”. Hay que decir que Therion actualmente es una banda mucho más relajada y extrovertida en el escenario que sus alineaciones pasadas más teatrales y que cuidaban mucho el aspecto gótico, y es que por ejemplo en “Abraxas” pudimos ver a los tres cantantes jugando a ser vampiros e incluso simulado apretar las partes íntimas del cantante Thomas Vikström como método de defensa contra su ataque chupasangre.
“An Arrow From The Sun” vendría a continuación, para luego dar paso al que sin duda es uno de los temas más poderosos que Therion ofrece en vivo: “Wine Of Aluqah” con todo y un exquisito performance por parte de una danzante puso a todos a saltar y agitar la cabeza de manera desenfrenada de tal forma que desde el escenario seguro la masa de gente parecía algún tipo de hidra de mil cabezas en pleno frenesí. Los clásicos seguían siendo liberados y llegaría el turno de escuchar “Cults Of The Shadows”. “Sufrimos una maldita pandemia, pero si algo tenía que salir bueno de ella es que permitió que lanzáramos una trilogía completa, y vamos a tocar ahora el tema que le dio nombre” anunció Vikström previo a la ejecución de “Leviathan“ (momento en el que por cierto, aparecería en el escenario el famoso peluche del “Dr. Simi”), para después continuar el paso por distintas mitologías y referencias paganas en temas como “Asgard” y “Pazuzu”. Posterior a ello el vocalista saldría libro en mano a cantar “Codex Gigas”. Con la interpretación posterior de la aclamada “Son Of The Staves Of Time”, Therion daría por concluida la primera parte del show
Therion regresó al escenario con el poder de la siempre esperada “The Rise Of Sodom And Gomorrah” con todo y una danza de vientre a cargo de la bailarina invitada. Fue después de este tema donde la mente maestra detrás de la bestia Christofer Johnsson hasta ahora enfocado solo en tocar tomó el micrófono, y ya sin el sombrero de copa que había lucido durante gran parte del concierto empezó con un discurso de agradecimiento a todos los fans por asistir dejando en claro que para él y aunque suene a cliché la Ciudad de México era el mejor lugar para tocar. “Alguna vez dimos en este país once fechas, y Lacrimosa que es una banda que adoro dio recientemente catorce me parece, pero estamos seguros que nadie ha dado 18 fechas en México como lo hemos hecho nosotros, y queremos saber si la Ciudad de México es la que más fuerte grita o si perderá contra Guadalajara o Monterrey” bromea e incita al grito de “To-Mega-Therion” el magistral músico, y por supuesto el estruendo en el BlackBerry no dejó duda sobre la respuesta de la gente a este reto. Con la ejecución de este tema parecía Therion se despedía, pero había un tema que es un obligado en casi cada visita de la banda a nuestro país, y tras una muy breve pausa se haría la invocación a la serpiente emplumada con “Quetzalcoatl”; tema con el que ahora si Therion se retiraba y la bestia regresaba a su letargo entre miles de aplausos y euforia a más no poder.
Todas las fotos por Germán García, para Dilemma conciertos.
