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Limp Bizkit – ‘Still Sucks’

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Limp Bizkit está de regreso queriendo demostrar que el 2021 tiene todavía espacio para una banda que gobernó la industria musical durante el cambio de milenio, pero que tras sus años de gloria parecía atrapada en un recuerdo que no podía superar y en el que su estilo parecía no tener cabida ni impacto. Es así que tras algunos intrascendentes intentos recibimos el lanzamiento de “Still Sucks

Si bien el inicio con “Out Of Style” es una canción con mucho “jam” y hasta cierto punto monótona que podría pronosticar un nuevo tropiezo, el disco presenta en “Dirty Rotten Bizkit” un sonido que suena totalmente al viejo Limp Bizkit en sus mejores momentos, pero sin parodiarlo o hacerle un forzado reciclaje. “Dad Vibes” por su parte es un tema ya conocido, que más tirado al hip hop fue la carta de presentación de este nuevo trabajo con todo y el revuelo que causó el nuevo look de Fred Durst. El bajo de Sam Rivers nos sume de entrada en un tema totalmente rap, que en “Turn It Up, Bitch” nos recuerda esos temas tipo interludio que habían entre sus discos, con toda la influencia de bandas como Cypress Hill y claro: House Of Pain de donde proviene DJ Lethal. Llegamos al track “Don´t Change“, original de INXS, en donde Fred Durst no intenta disimular buscó emular el éxito que tuvo su cover de “Behind Blue Eyes” de The Who en el álbum “Results May Vary“. La composición y sonido es demasiado similar, pero mucho menos impactante.

attachment fred durst wig lollapalooza 2021 backstage photo by kevin mazur getty images

Llega “You Bring Out the Worst in Me“, un curioso experimento donde una tonada tranquila y casi progresiva se ve interrumpida con segundos de coro rabiosos y potentes, que no obstante se sienten un poco forzados; como que la intención se agradece pero el track nunca termina de despegar. Un duelo de hip hop bien logrado y potente lo encontramos en “Love The Hate“, donde Durst deja de manifiesto en la letra que de verdad le importa un bledo el odio que sus detractores le den, e incluso incluye una mención en sus letras al famoso rapero Eminem; quizá regresándole la “cortesía” que Marshall Matters tuvo en el mismo modo en aquella canción “The Real Slim Shady”; casi dos décadas después. Barnacle” a continuación es un buen tema, sencillo pero cumplidor a lo que Limp Bizkit ha sido a lo largo de su historia; aferrado a un sonido que no quiere dejar morir y que hizo famosas a bandas como Orgy. Y en la otra cara de la moneda está “Empty Hole” que es el perfecto ejemplo de cuando Durst a lo largo de su trayectoria quiere deshacerse de ese estigma y busca regalar temas más profundos y personales.

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Uno de los temas más movidos y con gran crítica a la industria farmacéutica mundial lo hayamos en “Pill Popper“, un muy buen tema y que en opinión totalmente personal, debería ser el rumbo musical que Limp Bizkit debería intentar encontrar: suena a su estilo sí, pero también renovado y con mucho punch. “Snacky Poo” es el tema más largo del disco con poco más de cuatro minutos de duración de puro hip hop con tornamesas y hasta una improvisada parodia de entrevista a Wes Borland, y curiosamente lleno de referencias a uno de sus primeros trabajos lo cual da en el clavo de que Limp Bizkit sigue enganchado a buscar referenciar un pasado glorioso, pero al cual tiene que saber volar y ponerlo a evolucionar. “Good Bye” como su nombre lo indica despide el trabajo con una canción que seguramente será olvidable ya que no aporta nada más.

En conclusión, si bien el disco mantiene gran parte de lo que Limp Bizkit fue y ha intentado ser a lo largo de su legado, de nuevo suena estancado y sin perspectivas. No se ve como con este tipo de producciones la banda de Fred Durst y compañía pueda evitar que todos quieran escuchar las canciones de sus 3 o 4 primeros discos y dejar sin importancia a todo lo lanzado de forma posterior. Mantener el estilo no siempre es bueno si el estilo en si tiene muchos años ya caduco. Ojalá y ese par o tercia de buenas canciones que el álbum regala sean la plataforma de algún nuevo trabajo más potente y mejorado, y no una calca del mismo intento de siempre de brillar con algo que ya es opaco. El disco no es malo, pero tampoco tiene con que dar el impulso que una banda de ese calibre necesita.

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Limp Bizkit – ‘Still Sucks’
Un estilo que se mantiene fiel, pero con el que no pasa nada
Limp Bizkit es una de esas bandas a las que se le tiene que reconocer su necedad de tocar de una forma que los llevó al estrellato, pero que en estos años ya no tiene cabida ni vigencia. Encontrar el punto medio para evolucionar sin cambiar en demasía es un gran reto, que en "Still Sucks" parece quedarse solo en un buen intento de nuevo.
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