El festival Keepers Of The Flame nació, en palabras de su propio creador, como “un proyecto de amigos que se juntaron para traer a las bandas que siempre soñaron ver”. Esto trajo como consecuencia un esfuerzo gigante por armar un cartel de dos días compuesto por bandas de culto en el underground, leyendas que sería complicado logísticamente hablando traer en vivo de forma individual, bandas ya retiradas o bien; proyectos importantes de ayer y hoy en la escena del metal mundial. El resultado final fue un evento con una excelente entrada ambos días, que si bien por supuesto tuvo contratiempos evidentes como lo complicado de mantener el line-up intacto y algunos retrasos y problemas de audio; al final teniendo en cuenta fue la primera vez que se realizó estamos seguros aprenderá de sus errores y mantendrá la flama encendida y con mucho más fuerza para la segunda edición que de hecho ya tiene algunas bandas confirmadas para 2023.
Y es que no podemos dejar de lado que desde el día uno la flama ardió con potencia con el actuar de bandas como Sentinel y Thunderslave; para luego dar paso al thrash desenfrenado de Venemous: una apuesta joven pero bien consolidada en la escena mexicana. Posterior a ello y con los organizadores regalando playeras y discos a la gente desde el escenario entre el actuar de las bandas, llegaría la brutal descarga de Destructor desde Cleveland. Los estadounidenses anunciaron que su próximo disco está cercano a estrenarse, y con todo y máscara de La Parka incluida dieron todo en el escenario. Vivimos también ver a Chris Logue, músico sobreviviente de Savage Grace, interpretar con Voltax como banda soporte canciones de su repertorio a pesar de su notable estado disminuido de salud llegando por momentos a ser preocupante. Pero sin duda lo mejor fue el cierre con Helstar, en la que el vocalista James Rivera con su aspecto alucinantemente vampírico se robó el corazón de la gente con su carisma y potente voz, e incluso con su temple al haber sido bañado por la cerveza de una ebria impertinente que fue rapidamente desalojada del lugar.
Para el segundo día pudimos disfrutar lo mismo de proyectos jóvenes que se abren paso como Black Mask, bandas consolidadas en un presente garantizado como Voltax en un set especial; y claro leyendas de la historia del metal mexicano como Luzbel con “El greñas” como la imagen viva de un legado innegable. Pero si alguien se robó la noche y dejó de manifiesto la gran fanaticada que los sigue fueron los chilenos de Acero Letal, que reventaron el HDX Bar con una explosión de speed metal que nunca dio tregua en el slam en una euforia de verdad inolvidable para todos los involucrados. Inolvidable también fue la demente presentación de Nasty Savage, ya que su cantante desde el inicio robó cámara estrenando accesorios como máscaras y cadenas en cada tema, pero que terminaría llevándolo al extremo al estrellar su cabeza con un televisor abriéndose una herida que lo dejó bañado en sangre hasta el final de su set.
Para el show sorpresa anunciado tendríamos de vuelta a Helstar, interpretando un set distinto al ejecutado un día antes, para después abrir paso a la presentación de los esperados Medieval Steel; quienes con el apoyo de la gente dieron cierre con su heavy metal a la noche a pesar de no regalar de forma esperada uno de sus temas más icónicos y esperados (su tema homónimo); interrumpiéndose de forma espontanea. En conclusión Keepers Of The Flame a pesar de muchas cosas en contra no claudicó y consiguió hacer arder la flama del festival. Sin duda largo es el camino y más al tratar con bandas inestables o con un legado en sus últimas pero también es cierto que se nota de sobra las ganas y actitud que hay por poder seguir cumpliendo el sueño de mucha gente de ver a bandas que consideraba imposibles ya; ese sueño de unos amigos del que hablábamos al inicio de este relato. Estamos pendientes y más que listos para la edición del próximo año.
Todas las fotos por Alfredo ALV