Arch Enemy and Dark Tranquility fueron los encargados de que el 2015 abriera a tambor batiente en cuanto a conciertos de metal se refiere. Un show lleno de expectativa y muchas dudas, sobre todo porque representó la primera vez que Alissa White-Gluz se presentaba en nuestro país como líder de Arch Enemy en sustitución de Angela Gossow, quien dejó la banda en marzo del año pasado. En sus pasadas visitas, Alissa había sido bastante criticada con sus presentaciones con The Agonist y la gente estaba ansiosa por saber si cumpliría con todo el hype generado sobre su figura.
Pocas semanas antes del show, la productora se vio obligado a cambiar la locación por el repentino cierre del José Cuervo Salón, mudandolo al Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes, un buen movimiento a pesar de las quejas de algunas personas, sobre todo por el asunto de la ‘Fila Cero‘, la cual suplió la sección de Balcón, la cual por lógica no podía hacerse en el Pabellón. ¿Cómo le pones un balcón al Pabellon en dos semanas? ¡Bajenle al mame! A pesar de la problemática que representó el cambio de sede, el concierto tuvo una excelente asistencia, pues unos 4,000 asistentes se dieron cita -según datos de Eyescream-.
Dark Tranquility fue el encargado de abrir la noche. Apenas llego, me encuentro con un telón enorme en la cual se proyecta un cronómetro que marca una cuenta regresiva mientras en el Pabellón suena ‘Iron Man’ of Black Sabbath, la cual termina justo cuando el contador se pone en ceros y sobre el escenario aparecen los oriundos de Gotemburgo arrancando con ‘The Science of Noise’, seguda de un clásico como ‘The Treason Wall’. Mikael Stanne agita su muy característica dorada y rizada cabellera -y también su no tan característico nuevo abdomen. ¡Le entró duro a los tamales al parecer desde su última visita- mientras interpreta temas como ‘Damage Done’, ‘The Sun Fired Blanks’ and ‘The Wonders At Your Feet’. “Ustedes son maravillosos, México. Esta noche tocaremos temas viejos, luego nuevos y de vuelta a los viejos” avisa Mika y lo mismo interpreta temas como ‘Constant’, ‘Hedon’ and ‘Insanity´s Crecendo’ [canción que no habían tocado desde hace unos cinco años] que grades clásicos como ‘The Mundane And The Magic’, ‘Silence, And The Firmament Withdrew’, ‘Thereln’ and ‘State Of Trust’.
Debo decir que si bien la selección de canciones fue muy buena, Dark Tranquility peco en el error garrafal de poner todas sus canciones tranquilas en un mismo bloque, formando una laguna de monotonía que aburrió a muchos de los asistentes. Incluso mi novia quien no los había escuchado se muestra cansada tediada. Sin duda fue un setlist hecho para los fans from hell que tuvieran el deseo de escuchar temas poco comunes y que adoran la discografía de los nórdicos por completo. Al final se recompone el camino con una cuarteta de éxitos; ‘Terminus’, ‘The Lesser Faith’, ‘Lethe’ and ‘The Final Resistance’ para después de un breve encoré cerrar con ‘Punish My Heaven’ and ‘Misery´s Crown’, no sin antes prometer que escribirán nuevas canciones y regresarán con su fiel publico en un futuro cercano.
This is WAR ETERNAL!
Tras unos minutos para desmontar el escenario anterior, una serie de banderas negras con el logo de Arch Enemy aparecen anunciado que la prueba de fuego está a punto de llegar. El momento de juzgar en vivo a esta nueva versión de la banda ha llegado y uno pensaría que el movimiento lógico sería iniciar el show con una canción cómoda para Alissa, o sea, una del nuevo disco al ser algo que ella grabó, ¡ah, pero no! Tras el intro de ‘Tempore Nihil Sanat (Prelude in F minor)’ los sueco-canadienses asaltan el recinto con ‘Enemy Within’ –of the disk ‘Wages of Sign’ [2001]- la cual es ejecutada magistralmente. 'War Eternal', homónima a la última producción, para después dar paso a un éxito de antaño de la banda con ‘Ravenous’. Hasta este momento todavía es muy pronto para juzgar a White-Gluz, pero la verdad es que va fenomenal.
Sobre el escenario, Arch Enemy es una maquinaria impecable. Una mezcla entre sobriedad y potencia, con todos sus músicos ataviados con su característico traje negro con la banda roja en el antebrazo, liderados por el pelirrojo Michael Amott quien es un genio musical, sorprendiendo a todos con su técnica en canciones como ‘No More Regrets’, ‘Taking Back My Soul’ and ‘My Apocalypse’. Jeff Loomis, el más reciente miembro de la agrupación se ve más que adaptado, y ejecuta con maestria en la otra guitarra ‘You Will Now My Name’.
El slam y el desenfreno se desatan totalmente cuando comienzan los acordes de ‘Bloodstained Cross’ y el Pabellon se convierte en un verdadero campo de batalla, donde el que se queda quieto se muere y la adrenalina corre vertiginosamente. Alissa demuestra que sus poses de diva que tantas críticas le trajeron en su etapa con The Agonist han quedado atrás. La peliazul ruge y gesticula como un ágil y rabioso leopardo mientras sube a la tarima de la batería para lanzarse felinamente a la parte baja del escenario, todo con su -algo deslavada- melena, agitándose sin piedad para deleite del público, que no tiene respiro pues la montrealésa no deja de guturar y mantiene la línea agresiva del show haciendo arder a los presentes con el fuego de ‘Burning Angel’.
Abajo, la marea es aplastante y sofocante. Los miembros del staff empiezan a pasar vasos con agua para los acalorados fans, pero todo se olvida cuando Arch Enemy ejecuta ‘As The Pages Burn’ la cual es sin duda uno de los momentos cumbre del show. ¡Como disfruté tan sublime ejecución! El concierto sigue con ‘Dead Eyes See No Future’, ‘No Gods, No Masters’ and ‘We Will Rise’ .
La gente no para de corear y arengar para que sus ídolos regresen. A veces gritando el nombre de la banda, de la atractiva vocalista o de Michael quien es el favorito por excelencia de los fans. La banda vuelve para dar un cerrojazo con ‘Stolen Life’ , la instrumental y ‘Snowbound’ dejando la mesa puesta para lo que será la apoteosis y prueba final de la batalla.
“Uno para todos y todos para uno. Todos somos uno…¡Nemesis!” exclama como grito de batalla Alissa White-Gluz y el momento del juicio llegó con la canción más esperada y conocida de la banda. A estas alturas, las dudas se han despejado: Alissa es un digno relevo de Angela Gossow. A manera personal, creo que Angela es insustituible y es casi imposible encontrar a alguien con su voz y presencia, pero el nuevo Arch Enemy al mando de las vocales de Alissa no es malo ni mucho menos, es simplemente diferente. Felizmente puedo decir que no ha perdido ni un ápice de poder y brutalidad y solo ha mutado en una criatura menos bestial y más estilizada, pero con la misma fuerza, de lo cual son testigos todos los presentes con el pandemonio desatado en esta última canción que deja a todos felices y satisfechos para partir a sus casas mientras el outro de ‘Fields Of Desolation’.
Alissa White Gluz… ¡Prueba superada!.