El foro 28 de la Ciudad de México se convirtió en una verdadera catedral oscura y de adoración a Satán con un enorme cartel para los amantes del Black Metal, con destacadas bandas tanto de la escena local como internacional. Pese al retraso en el horario anunciado la gente va llegando poco a poco ataviada con sus mejores galas llenas de picos y estoperoles para disfrutar de una velada en la que la blasfemia y la herejía serían las grandes invitadas de la noche.
La sangre de la bestia empezaría a correr de manos del dueto oscuro de Haaztur. De corta duración y con un metal que no necesita más miembros el par de mexicanos dejaría caliente la plancha para que a continuación los peruanos de Morbosatán le pisaran el acelerador al ritmo con su sonido mucho más veloz, sumado a su humildad y carisma que les ganó los aplausos de la gente. Pero si de bandas aplaudidas hablamos sin duda hay que mencionar a Mordskog: su culto a la muerte está por demás elaborado y bien complementado con una mezcla entre una verdadera ceremonia visual con cráneos, guadañas y huesos por un lado; y un Black Metal aplastante y brutal por el otro que los tiene sin duda ya como todos unos favoritos dentro de la escena negra.
La misa siniestra continua su andar, y es momento de recibir a Morbosidad. La banda norteamericana dio a ver desde el inicio con “Muerte Suicidio” y “Cadaver Descompuesto” era sin duda el acto más esperado de la noche, pues la gente se encendió al instante como demonios en cada tema. La belleza de la pelirroja Ziek Drachenfels en la guitarra de un lado contrasta con la locura desatada en el cuello del otro lado de Prokingu en el bajo, mientras al centro la imponente figura del tapatío Tomas Stench escupe himnos de blasfemia como “Castración Bestial”, “Escupe la Maldita Cruz” y “Altar de Sangre Negra”. En algún momento de la presentación ocurre algún problema con el sonido en la guitarra de Joe Cuervo y este visiblemente molesto abandona el escenario. La gente empieza a gritar “puto el que se fue” lo que le da risa a Stench, pero entre broma le pide a la gente que “no sean manchados, están viendo y no ven”; y tras otros temas la banda se despide con su muy conocido “Morboso Metal” que termina por desatar la demencia en esta sucursal del averno.
Son ya las 12:30 am y entre la hora y que mucha gente sí al parecer estaba muy interesada en el grupo anterior, quienes se quedan fieles a la misa diabólica disfrutan del poder virtuoso y oscuro de los suecos Kill. Con un sonido y un corpse paint mucho más de la vieja escuela que las bandas anteriores (a excepción de Getaz su baterista que llevaba una capucha tipo de verdugo), los europeos dieron una gran cátedra de virtuosismo con un Black Metal más elaborado y experimental, son perder guturalidad y rudeza. Fue con este acto que concluyó este evento, y que podemos asegurar dejó satisfecha a la bestia con el ritual ofrecido.
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