Siempre es un gusto poder ver a bandas que en sus actuaciones en vivo combinan una potencia brutal e inmisericorde con una gran dosis de buen humor y buena vibra. Este es el caso de los canadienses de Archspire, quienes después de aquella visita al ya extinto Gato Calavera con un público reducido hace ya unos años regresaron a México con tres fechas con un aforo a tope, incluida su visita a la capital con un sold out en un lugar mucho más grande como lo es el HDX Bar. A pesar de su evidente crecimiento como banda, hay que mencionar que todo ello lo han conseguido sin perder un ápice de la aplastante entrega y actitud divertidamente contagiosa que les conocemos.
Tras la gran actuación de las bandas mexicanas Deimos y Muluc Pax los integrantes de Archspire subirían uno a uno al escenario listos para romperla desde el inicio con “Remote Tumour Seeker“, y dejar claro que lo suyo es hacer vibrar a la gente desde el primer tema. Oli Peters al puro estilo de los programas televisivos de antaño levanta en varias canciones un letrero luminoso que con vistosas letras en amarillo con la palabra “aplause” incita a la gente a chocar las palmas mientras la noche avanza con “Bleed The Future” y “Abandon The Linear”; mientras el cantante se disculpa por no saber español y prometiendo tomar clases para ello. Y es que de verdad a pesar de que el Technical Death Metal que los canadienses ejecutan es visceral, sobre el escenario Archspire no busca dar una imagen “malota” sino todo lo contrario: se presentan como alcohólicos o prostitutos recién contratados como músicos, lo cual les da un carisma que la gente aplaude y celebra apreciando temas como “A Dark Horizontal” y “Human Murmuration”.
El slam en la pista es una constante y de verdad el público esta muy compenetrado con la banda, que a su vez recibe constantes muestras de cariño y hasta una bandera mexicana la cual Oli agradece y promete usar como sabana, y así la noche avanza con “Golden Mouth Of Ruin” y “Rapid Elemental Dissolve”. No obstante, el barbón cantante también tiene momentos serios y emotivos, como cuando confiesa este es uno de los mejores shows que recuerda desde hace mucho tiempo antes de tocar “Involuntary Doppelganger” la cual parecía ser su último tema de la noche pues incluso se ponen máscaras de lucha libre mexicana para la foto final. Sin embargo, Archspire regresa al escenario, y pidiendo de nuevo un moshpit que la gente por supuesto concede con gusto, se despide ahora sí con “Drone Corpse Aviator”. El grupo no obstante solo subiría al camerino unos minutos, para luego bajar en su totalidad a tomarse fotos y firmar artículos de un gran número de fans que los esperaban, redondeando una noche de poder y carisma que dejó a todos por demás felices.
