No tiene caso desperdiciar tiempo y espacio en describir el pasado de Mayhem y su peso en la historia de la música, porque cuando uno escucha su nuevo álbum “Daemon” es fácil percibir la banda busca todo lo contrario: sin traicionar de forma grosera o insultante sus raíces, se nota es un grito que busca darle entender a la gente que Mayhem quiere estar vigente por lo que hace en el presente y no volverse la banda boceto que a nadie le interesa su nuevo material y vive de las canciones clásicas. Bajo esa premisa podemos declarar que entonces “Daemon” es un disco excelente.
Si Mayhem quería capturar tu atención desde el primer segundo, elegir “ The Dying False King “ es el primer acierto en esta encomienda. Suena bestial y poderoso desde el principio, echando toda la carne al asador con un track que de verdad es pura potencia. Luego tenemos en “Agenda Ignis”de nuevo una melodía poderosa y desgarradora aunque con algunas atmósferas cambiantes. Sin embargo, de este track hay que destacar el protagonismo del bajo de Necrobutcher que comanda con todo el sonido de esta canción. Con “Bad Blood” hay un cambio en el sentido de que la potencia se ve sacrificada un poco por la técnica; con lo cual obtenemos un tema mucho más elaborado y complejo que los anteriores aunque de manera curiosa, con un coro más fácil de guardar en la cabeza. “Malum” por su parte es más ceremonial y grave; con esas reminiscencias más emparentadas al Viking Metal. Una buena pausa antes de que “Falsified And Hated” ataque con un sonido que es como una montaña rusa infernal con la cambiante trepidación entre velocidad y cambios bruscos a atmósferas más densas. Y luego tenemos una canción épica en el sentido más literal de la palabra con “Aeon Daemonium”, que su entrada es como la preparación para ir a un campo de batalla donde serás empalado con riffs bestiales y la voz de Attila vomitando infierno a más no poder.
” Worthless Abominations Destroyed” es un tema de igual manera contundente y donde la instrumentación es la principal protagonista en un estilo muy marcado por la gran ola de bandas de Black Metal de los años noventa. En ese mismo corte y sin variar mucho “ Daemon Spawn” es desolador y lúgubre; el tipo de música que haría llorar a tu sobrino de 10 años si lo pones en la noche. “Of Worms and Ruins” por su parte no demerita en absoluto y es increíble que aunque vamos casi llegando al final del disco el tema sorprende con su crudeza y rudeza que es un puño en la cara, por momentos incluso coqueteando con el Death Metal. Y para cerrar —por lo menos de forma oficial— el disco Mayhem se pule con “ Invoke the Oath” que es un tema que inspira terror y respeto: una verdadera liturgia helada como hielo negro en la que los demonios te dejaran morir de hipotermia mientras esos sonidos desgarradores te calan los huesos. El disco además incluye un par de bonus tracks que por fortuna fueron propuestos así. Y es que “Everlasting Dying Flame” se sale un poco de todo lo bien elaborado del disco y rompe la métrica con su sonido un poco remendado, mientras que “Black Glass Communion” tiene un ritmo experimental y alejado de lo que conocemos de Mayhem que pudo haber sido indigesto si hubiera estado dentro del tracklist lineal del disco. Así que hasta eso hizo Mayhem perfecto esta vez, separando bien a los temas que vislumbró como parte del nuevo trabajo de aquellos que por algo le gustaron pero entendía no podían ser incluidos de la misma forma.
Mayhem regresó con un trabajo de verdad interesante y poderoso. Porque no traicionó su sonido y hay mucho del Mayhem que conocemos, pero también innovó y demostró que para sacudirse un poco el polvo del pasado hay que destacar y entregar un trabajo refrescante en el presente. “Daemon” parece tiene la fórmula exacta para agradar tanto a los fans viejos de Mayhem como a los que recién se vayan adentrando en esta banda maldita. [penci_review]