Hay conciertos que van más allá de solo un show y que se quedan vivos en el imaginario del mundo del rock por décadas y quienes asisten los platican como experiencias legendarias e irrepetibles que con orgullo presumen por haber sido participes de ellas. La primera vez en la Ciudad de México de la banda inglesa de punk-hardcore Discharge sin duda tiene todos lo necesario para entrar en esta categoría. Cuando el evento se anunció muchos no podíamos creerlo pues pensábamos nadie se echaría el compromiso de armar un evento que tenía todas las banderas rojas para terminar en descontrol, hasta que FullSound Agency tuvo los tamaños de aventarse el compromiso.
A las afueras del mítico salón del ex-balneario olímpico de pantitlán y cuando el sol se había ocultado una horda de punks, crusties, metaleros y demás tribus urbanas ya ocupaba toda la avenida, algunos bebiendo y conviviendo antes de entrar con su boleto, muchos más sin duda agazapados esperando el momento oportuno para organizar el tristemente común “portazo” que de nuevo tristemente también se terminó dando. Mientras tanto dentro del foro la fiesta ya había empezado, y la noche arrancaba con 1234 Yaps, Desobediencia Civil, Medusa y los muy esperados Solución Mortal. La gente iba armando el slam desde la presentación de estos actos iniciales y poco a poco el establecimiento se fue llenando hasta que ya para cuando la manta con el nombre de la banda estelar estaba a la vista, prácticamente no cabía ni un alfiler. O en este caso una pua o estoperol más.
“The Blood Runs Red”, “Fight Back” y “Hear Nothing, See Nothing, Say Nothing” son las primeras canciones con las que el sueño se volvía realidad y Discharge cumplía su primera cita en la Ciudad de México después de décadas de espera por parte de sus seguidores. Roy “Rainy” Wainwright, Terry “Tezz” Roberts y Tony “Bones” Roberts son los miembros fundadores que detrás del bajo y las guitarras respectivamente llevaron a la locura al público con sus cuerdas con ese sonido rasposo y crudo del bautizado D-Beat que los ha vuelto leyendas vivas y que pudimos corroborar en temas como “The Nightmare Continues”, “A Look At Tomorrow” y “The End”. En la batería y desde hace más de 15 años el aporreo explosivo corre a cargo de Dave “Proper Caution” Bridgwood quien no da respiro cuando la mítica noche sigue su curso con “A Hell On Earth“, “Cries Of Help”, “Ain´t No Feeble Bastard” y “Protest An Survive”. Finalmente pero no menos importante, la más reciente adición se trata del cantante Jeff “JJ” Taniak quien desde 2014 tomó las riendas en la voz de Discharge y es toda una bestia arriba del escenario: posee un dinamismo y entrega envidiables además de una voz en extremo potente que hizo retumbar el foro interpretando “Protest And Survive”, “Hype Overload”, la brutal “New World Order” y “Corpse Of Decadence”. “Con que esto es México eh, santa mierda” articula el mencionado vocalista sorprendido por el ambiente y tamaño de la fiesta agresiva que se está desatando en la pista, y el show detona con “Hatebomb”.
Es indescriptible la pasión con la que la gente vive el concierto. Todos brincan y agitan sus crestas multicolor como locos y un gran porcentaje del público está al centro empujándose y tirando golpes en una danza violenta y sin descanso con “Never Again” y “State Violence y State Control” de fondo, y los zapatos perdidos, personas pisoteadas que la misma gente intenta solidariamente levantar rápido cuando caen y una que otra nariz sangrante son imágenes constantes a nuestro alrededor. Por encima de las cabezas de los que están pegados a la barrera caen de forma continua punks que han sido lanzados desde las catapultas humanas a ritmo de “Realities Of War”; y podemos observar a un asistente que corre con una enorme bandera con el símbolo de la anarquía por todo el foro ondeando dicho estandarte con “Decontrol”,“Accesories By Molotov” y “War Is Hell” como música de fondo. Discharge sin duda hace salir el lado más animal de la gente con sus tonadas agresivas y machacantes y la gente empieza a escalar el doble cerco metálico puesto por la organización y a hacer la fiesta en medio de dicha fosa de hierro bailando con “You Take Part Creating The System”, “War`s No Fairytale” y “You Deserve Me”; hasta que en “The Possibility Of Life Destruction” la efervescencia de la fanaticada llega a tal punto que un gran número de seguidores trepan al escenario elevado y empiezan a brincar y aventarse pegado a los músicos lo cual por supuesto acelera y conlleva el fin del evento de forma apresurada y sin que la banda pueda despedirse con algún protocolo o mensaje final. Con esa postal final digna de un show de punk desenfrenado Discharge cerraría una noche de ensueño para los amantes de los ritmos extremos.