La Ciudad de México recibió por primera vez a la gran banda de stoner rock Lucifer. La visita por supuesto generó gran expectativa entre el público amante del rock de atmosferas densas con un toque de psicodelia y algo de oscuridad, por lo que desde temprano ya la gente se daba cita en el foro veintiocho para el evento. Es por ello que desde la apertura del show con la actuación de las bandas mexicanas The Wicked Ones y Black Overdrive ya el aforo y el ambiente eran muy buenos y todo quedaba en gran ambiente y listo para recibir a la banda estelar de la noche.
Uno a uno los músicos suecos de Lucifer van tomando su lugar en el escenario dejando por supuesto al final el arribo de la alemana Johanna Sadonis quien ataviada con un elegante vestido corto, arrancó la noche con “Ghosts” y “Midnight Phantom”; irónicamente y teniendo en cuenta el nombre de ambas canciones dando como tal una imagen de un sensual espectro que se mueve de un lado al otro con unos enormes ojos azules fríos como el hielo. Mientras Lucifer tocaba “Wild Herses” el baterista y esposo de Johanna Nicke Andersson comienza a quejarse de que su instrumento no funciona correctamente por lo que al terminar el tema, el también músico de bandas como The Helacopters, Entombed y Tiamat detiene el show para que el desperfecto sea arreglado. Si bien el audio no fue el mejor durante la presentación la gente tiene el ànimo por demás encendido y sus gritos y aplausos ahogan estos desperfectos, mientras transcurren temas como “Crucifix (I Burn for You)” y “Leather Demon”. Las largas cabelleras de Linus Björklund y Martin Nordin se agitan con fuerza mientras sus guitarras retumban pesadas y profundas en cada tema, mientras que un poco más estático Harald Göthblad ejecuta con maestría el bajo y así vamos disfrutando de “Coffin Fever” y “Archangel Of Death“.
“Vamos a tocar un tema viejo” anuncia Johanna antes de “Mausoleum”. La vocalista hay que decirlo es hipnótica y tiene un aire de verdad sensual y atrayente como imán con una aura que mezcla un andar oscuro y misterioso con el porte y actitud hippie de los años 70`s y 80`s. A sus 43 años es sin duda la imagen viva de como se encarnaría Lucifer mismo en una figura que destila sabiduría y ocultismo detrás de un rostro bello; con las figuras de crucifijos colgando del cuello y bordado en la espalda del vestido completando el cuadro blasfemo en su totalidad. Johanna juguetea y empuja en tono de broma a sus músicos cada vez que le estorban el paso, y así continuamos la noche con “Dreamer” y “Bring Me His Head” , hasta que Johanna toma el pandero para acompañar a su banda en “Cemetery Eyes” donde la banda se toma un breve receso. La gente pide a gritos el regreso de la banda y claro que Lucifer no se va a resistir a la invocación, por lo que vuelve al escenario para tocar uno de sus temas más movidos y energéticos como lo es “California Son”, aunque el verdadero y frenético cierre se daría en “Reaper on Your Heels” donde los músicos alcanzarían un frenesí desatado y donde incluso Johanna terminaría corriendo de un lado a cotro como poseida con el pandero. Con este marco lleno de energía y psicodelia concluiría ahora sí, la primera visita de Lucifer a nuestras tierras, la cual por supuesto esperamos no sea la última.
TODAS LAS FOTOS POR ANTONIO ARIZTI