La edición 2024 del festival Candelabrum llevada a cabo en León Guanajuato los días 07 y 08 de septiembre quedará etiquetada como un evento que rayó en la perfección. Y es que se dice fácil, pero pocas veces se puede ver un festival así de impecable en su ejecución donde los horarios de las bandas se respetaron de forma cronométrica, el audio estuvo de 10 y en general; toda la logística operativa del evento funcionó como debía.
El día sábado las primeras llamas en arder fueron Phantom, Devil´s Whiskey e In Obscurity Revealed, que tuvieron la encomienda de demostrar que el metal mexicano está a la altura de ponerse al tú por tú con cualquier oferta extranjera. De ahí disfrutaríamos del speed metal de los canadienses Spell y el poderoso death metal de Sedimentum, banda emergente que llenó el hueco de Aura Noir quienes no pudieron presentarse, lo cual fue notificado días antes con bastante antesala. Gates Of Ishtar nos daría una buena dosis de death melódico para que posterior a ello Archgoat llenara el foro de potente black metal.
Sorcerer sería la encargada de liberar un potente hechizo de doom metal denso y pesado, a diferencia de lo ofertado por Cruel Force a continuación quienes armaron los primeros slams intensos de la velada con su mezcla de black, thrash y speed. Desde Alemania los veteranísimos Picture con sus cabelleras ya platinadas le pondrían el gran sabor de heavy metal antaño y de culto a la velada, para dar paso después al doom/death de los daneses Saturnus. La velada sabatina cerró con dos bandas demoledoras que no tuvieron piedad con los asistentes: nos referimos claro a Terrorizer y Dismember. Ambas agrupaciones con su respectivo estilo armaron tremendas carnicerías auditivas que llenaron de adrenalina al público en la pista dando por concluido el primer día de operaciones del festival.
El domingo de nuevo la avanzada mexicana daría inicio ahora bien representada por el original concepto de los locales Matalobos, el concepto de black metal basado en “El Señor de los Anillos” de Ash Nazg Burz y finalmente los queretanos de Question. Bell Witch entonces haría su debut en tierras mexicanas con un funeral doom demasiado experimental sin duda solo para los muy clavados en el género. La energía iría de nuevo a tope hacía arriba con el power metal de Witherfall, pero sin duda la verdadera gran primera explosión de la noche llegaría de la mano de Pungent Stench, cuyo metal extremo desató el moshpit de forma intensa. La oferta de sonidos del festival seguiría variando, primero con el doom metal de los ingleses de Pagan Altar seguido del black metal noruego de Tulus quienes se ganaron los aplausos de la gente con su potente show. El slam volvió a abrirse pero ahora de la mano de los escoceses de Hellripper, quienes en su primera vez en México armaron círculos de slams por toda la velaria en una presentación maciza de puro speed metal.
Las llamas del Candelabrum seguían ardiendo y ofrecerían a continuación dos de los actos más memorables de la noche. Primero el depressive black metal de Psychonaut 4 con el vocalista de Nocturnal Depression Lord Lokhraed como invitado al micrófono , nos desgarraría sin piedad el ama con sus atmósferas oscuras y desesperadas. Y luego uno de los momentos climax del festival se daría con los islandeses de Sólstafir, quienes dieron un show que de recordarlo enchina la piel por su intensidad y la manera en la que el cantante Aðalbjörn Tryggvason comulgó con los asistentes bajando a pasear por encima de la barrera central que dividía al publico general del VIP saludando a todos.
Una enorme y exagerada cantidad de humo envolvió de principio a fin la participación de Gorgoroth. Los noruegos dejaron bien en claro porqué son toda una institución del black metal mundial con un sonido veloz y diabólico que taladraba los oídos con una brutalidad desmedida. Ya para cerrar la noche, los primeros acordes de “Bonded By Blood” pusieron de cabeza al foro en una lluvia de golpes, gritos y saltos como solo Exodus sabe conseguirlo. El thrash metal de los originarios de la bahía de San Francisco siempre es garantía, y con un sonido que no dio descanso en ningún momento, terminaron por coronar una noche de ensueño para los amantes del metal. Larga vida al Candelabrum, sin duda uno de los mejores eventos masivos de metal en México, y del que ya esperamos con ansias noticias de su próxima edición que desde ya marcamos como cita infaltable.
TODAS LAS FOTOS POR RODRIGO CERDA