Baroness se pinta de Dorado y Gris y nos hace entrega de un nuevo álbum, en donde se plasma una nueva fase de la banda, nuevos sonidos, un nuevo trayecto sobre lo sonoro, visual y artístico, experimentación constante, armonías y un sinfín de sentimientos que de alguna u otra manera, Gold & Grey nos transmite a lo largo de sus 17 tracks.
Cuatro años después del lanzamiento de ‘Purple’, llega hoy, 14 de junio, su nuevo material, el cuál como ya se sabía, cerraría el círculo de sus trabajos con nombres cromáticos, los cuales comenzaron en 2007 con el potente ‘Red Album’, que si comparamos dicho material con este último, pudiéramos encontrar una diferencia enorme en lo musical y en diversos aspectos, pero siendo seguidores de la banda, hemos sido testigos del camino, madurez y evolución constante que Baroness, guiados hasta la fecha por John Baizley, ha presentado disco tras disco y a lo largo de sus 16 años de vida.
La parte gráfica y artística es sumamente notoria y esencial en la magia que envuelve este trabajo por completo (y así lo ha sido desde siempre en los trabajos de la banda). Baizley de nueva cuenta, explota por completo sus dotes artísticos y crea una pieza majestuosa, plagada de simbolismos y sentimientos, la cual le da rostro a ‘Gold & Grey’, y es prácticamente, una de las mejores piezas artísticas que ha trabajado hasta la fecha.
Eran tiempos del álbum ‘Yellow & Green’, cuando sufrieron aquél accidente en su autobús en el 2012, situación que los detendría por un periodo y haciendo que dos de sus miembros decidieran abandonar la banda. Cuando Baroness retomó el proyecto, se unieron el bajista Nick Jost y el baterista Sebastian Tomson, los cuáles aportaron su magia en la producción de ‘Purple’.
Para dicho periodo, el guitarrista Peter Adams anuncia su salida de la banda, y para no hacer más largo el relato, el puesto ahora sería ocupado por la guitarrista y vocalista Gina Gleason, la cual participaría de lleno en toda la pre y producción del nuevo LP.
11 temas y 6 interludios forman el cromático trayecto musical del Gold & Grey, el cuál inicia de una forma estruendosa y poderosa con ‘Front Toward Enemy’, de esa manera tenía que comenzar, sin duda alguna, ese riff se siente hasta las entrañas.
Aparece ‘I’m Alrerady Gone’, y disminuye un poco la potencia de nuestros altavoces, mas no el sentimiento de emoción y euforia, los cuales nos dirigen hasta ‘Seasons’, el segundo sencillo lanzado que pudimos escuchar desde principios de abril, y es uno de los temas poderosos del disco.
‘Sevens’, un interludio previo a ‘Tourniquet’, en donde las guitarras acústicas hacen una primera aparición en este álbum, y suenan sólo en la parte inicial hasta que la distorsión de nueva cuenta hace lo suyo, además de que nos dieron la sorpresa ésta misma mañana al presentar su video oficial, muy acorde a la atmósfera de la canción.
Un interludio más llamado ‘Anchor’s Lament’, perfecto para que después reviente por completo ‘Throw Me an Anchor’, el tercer single de Gold & Grey. ‘I’d Do Anything’ es simplemente una de las canciones más poderosas del álbum, y no porque esté llena de distorsión, potentes baterías o algo por el estilo, puesto que no es así, es un tema acústico y completamente denso, de los más sobresalientes y que aparece en la parte media del disco.
Con un poco más de guitarras acústicas y una corta duración, ‘Blankets of Ash’ nos prepara para ‘Emmet – Radiating Light’, que es el tema más relajado de todos, y ‘Cold – Blooded Angels’ le sigue un poco el juego e inicia con esa misma delicadeza pero termina con poder.
‘Crooked Mile’, interludio previo a ‘Broken Halo’, una canción única que te atrapa por completo, es de esas piezas que harán que el álbum sea catalogado como uno de los mejores trabajos de la banda.
Comenzamos a acercarnos al final del trayecto, ‘Can Oscura’, un interludio más que nos presenta una breve melodía ejecutada por toda la banda y de pronto surge ‘Borderlines’, el que fuese el primer single de Gold & Grey y el cual cuenta también con video oficial.
El penúltimo y corto track es ‘Assault on East Falls’, y con esos sonidos incidentales abre paso al final con ‘Pale Sun’, el que le da cierre al álbum y lentamente nos regresa a un estado de quietud, pero que no borra la experiencia sensorial que el Gold & Grey nos ha brindado desde el comienzo hasta el final.
Se pensaba que el naranja sería el color que le daría nombre a éste LP, y aunque es una tonalidad que predomina en el arte del mismo, el nombre final resultó ser distinto, a fin de cuentas, desde un punto de vista hacia lo intangible, el Dorado y el Gris representan una polaridad entre sí, y a su vez marcan un punto neutro y equilibrado entre ellos, y en cierta parte, así es este disco.
“En cierto modo, creo que sería genial si todos siguieran refiriéndose a él como Orange, pero Gold & Grey parecía una forma más sofisticada de llamarlo. Fue, honestamente, mucho más acorde con el mensaje del álbum. Es un álbum bastante largo. No es un registro doble, pero esa cosa de la doble titulación parecía apropiada”.