Noviembre es en México un mes de muertos, calaveras y el más allá; y que mejor que esas fechas para recibir la visita de Los Paralitikos desde España, quienes regresaron a nuestro país promocionando su más reciente disco “Predestinados” y trajeron de regreso su after punk lleno de historias macabras y dementes.
La noche se abría con el punk de Los Gatos Samurai quienes congregaron a los asistentes que ya estaban en el lugar y fueron muy aplaudidos por su entrega. Posteriormente una banda consagrada en el punk/surf/rockabilly como lo es Los Desenchufados hizo notar que su música tiene una vibra mágica que genera slam y euforia no importa se presenten ante miles de personas en el extranjero o ante unos cuantos en Foro Bizarro. Finalmente Endemoniada puso los ánimos densos con su rock alternativo y su sonido más experimental; dejando todo listo para que la banda estelar hiciera su arribo.
Los Paralitikos suben al escenario y el dueto decide arrancar la noche haciendo sonar el motor de “La Motosierra” pero resulta que está descompuesta. En realidad lo descompuesto fue el audio que hizo que la banda tuviera que cortar el tema para permitir se arreglara el desperfecto lo cual hay que decirlo nunca ocurrió del todo dejando prácticamente todo el show con un sonido muy deficiente. Con el audio a medias Ricarditiko Manostijeras y Elizia Morticia deciden continuar el programa con la canción homónima a la banda para después continuar el hechizo nocturno con el relato de “La Bella Durmiente” y después invitar a la gente a demostrar que son mejor que todos y mejor que nadie al ritmo de “La Resistencia”.
Temas nuevos y viejos se intercalan en el setlist como “Cenizas” y disparos certeros de after punk con “Dos Balas” y “La Ruleta Rusa”, que dejan oliendo a pólvora de buena música el foro. Ricarditiko parece algo incomodo con el sonido y su rostro lo denota, teniendo poca interacción con la gente y dedicándose más a cantar y hacer sonar los acordes de su guitarra para ahora sí, hacer vibrar las oxidadas hojas de “La Motosierra” para beneplácito del público, y luego invocar a los cadáveres llenos de parásitos al ritmo de “Los Gusanos”.
“Este tema es un resumen de los años 80s” explica Ricarditiko antes de tocar “Nada que perder”. Del otro lado del escenario la bella Elizia con su muy blanca piel sonríe detrás de los teclados, y su muy esbelta figura se mueve cadenciosamente al ritmo de las tonadas oscuras de “La Sangre”, “Christine” y “Lejos del Redil”. El escenario y su fondo con ondas negras y blancas son el cuadro perfecto para que la madrugada avance cada vez más con temas como “Se murió por el camino”, “El Reloj de la Muerte”, y los muertos vivientes se levantan listos para comer cerebros a la hora de los “Zombis”.
Uno de los mejores momentos de la noche se da entonces al sonar “Roma no paga traidores” y por fin el show detona con un gran ánimo que agita el slam entre los asistentes, ya con un audio mucho mejor que al principio. “No puedo evitarlo” continua la dosis de after punk en el bizarro y entonces el que para mí es el punto pico de la noche se da cuando somos transportados a un manicomio a vivir en carne propia un “Amor Frenopátiko”, canción que pone a todo el foro a cantar con locura demencial. “Mil cadáveres” es la elegida para cerrar la noche con su tono veloz y lleno de terror.
Los Paralitikos parecen retirarse, pero deciden de última hora cerrar la noche con un tema más. La gente pide con todo “Diva Perdida” pero los españoles tienen otros planes y dan el cerrojazo a la noche con la blasfema “Mierda de Creación”. Las criaturas de la noche se retiran ya casi avanzadas las 2 am, la hora de los malditos y las letras muertas y el show concluye con el relevo de los DJs para quienes buscan quedarse a exprimir aún más la luna.