Sin duda alguna Soilwork se ha convertido en uno de los nombres de la escena del metal sueco con más peso en los últimos años. Liderados por el imponente Björn Strid nos regalan este año “Verkligheten“, el álbum que continua el legado de “The Ride Majestic“, su larga duración lanzado en 2015.
El usar el verbo “continuar” es quizá lo más ideal, ya que el sonido no cambia nada la linea marcada por disco lanzado hace 4 años. Por lo que si esperabas un cambio radical prepárate para la decepción, y si te gusta lo que ha estado haciendo la banda, terminarás más que complacido. El track que da nombre al álbum es una pieza instrumental que sirve como trampolín para “Arrival”, que de hecho fue elegido como primer sencillo y de manera acertada, pues combina los elementos melódicos y de poder tradicionales que uno espera escuchar cuando pone material de Soilwork. De ahí partimos a”Bleeder Despoiler” donde sin duda lo más asombroso es recordar la calidad de Strid, y su versatilidad para pasar de sutiles voces limpias a rabiosos gritos en cualquier instante. Un poco más experimental y melódica tenemos a “Full Moon Shoals”, que sin perder el estilo que reina en el trabajo si está mucho más aterrizada y amoldable a la primera escucha.
Más elaborada y sublime nos encontramos con “The Nurturing Glance”, quizá un tema que suena en sus entrañas un poco distinto hasta que el coro te recuerda la banda que estás escuchando: muy compleja y profunda y aderezada con un solo de guitarra de alto virtuosismo. “When the Universe Spoke” por su parte es distinta: un poco más oscura y de cierto modo poderosa, de esas canciones que a la primera oida no ofrecen tanto como cuando empiezas a escucharla más constantemente. Y entonces un bombardeo de fuertes percusiones se hace presente en “Stålfågel”: un disfrutable track que entre la voz de Alissa White-Gluz de Arch Enemy como invitada especial y las voces limpias de Strid, forman una combinación dual por demás interesante. Y si de percusiones hablamos, en el siguiente tema encontramos una poderosa metralla en la batería, que es de hecho el marcador del ritmo vertiginoso de “The Wolves are Back in Town“; otro gran tema complejo y lleno de atmósferas.
Vamos terminado el viaje y nos encontramos con “Witan”. Es una canción complicada de digerir en una escucha y de dificil encasillamiento por los distintos tonos que maneja: honestamente siento requiere una atención más frecuente para terminar de entenderla en su totalidad. Y el contraste te cae de golpe a la cara con “The Ageless Whisper”, que sin problemas podriamos proponer como uno de los mejores temas del disco, y en donde tanto la voz como los instrumentos de Soilwork son puestos al límite de manera magistral y sin reservas. Luego viene “Needles and Kin” y entonces uno empieza a sospechar Soilwork se guardó las joyas de la corona para lo último: es otro tema con una base de metal más pesado y lleno de poder, que además con la presencia de Tomi Joutsen de Amorphis queda pulido como una verdadera pieza bestial e ideal para los metalheads de hueso colorado. El viaje llega a su fin con “You Aquiver”, tema menos pesado y más electrónico y animado, que es algo así como una animosa fiesta de despedida del álbum; claro todo bajo el estilo único de Soilwork.
En resumen, “Verkligheten” es una continuación a su disco antecesor pero eso si, muy bien hecha. Pudo haberse llamado “The Ride Majestic Part II” y a nadie le habría extrañado. Pero eso no significa algo malo teniendo en cuenta Soilwork está en un gran punto dentro de su carrera y como dice la gente: si algo no está roto no hay necesidad de cambiarlo. Un álbum que hay que escuchar completo ya que en mi opinion va de menos a más, y vale la pena conocer a fondo y no solo de una oida.