Anathema trajo su lado más acústico a México

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Anathema es una banda que se ha transformado a lo largo de su carrera y ha experimentado de diversas maneras, logrando  su música haya recorrido un camino de muchas variaciones y cambios.

Los originarios de Liverpool, volvieron a Guadalajara el pasado 23 de enero, en esta ocasión, ofreciendo un show en formato acústico, para celebrar los 20 años del “Alternative 4”, uno de sus albums más emblemáticos. La fila lucía larga a las afueras del C3 Stage y el entusiasmo de la gente se notaba al ingresar al foro, donde ahora se creaba una nueva fila, para surtirse de cerveza previo a tomar sus lugares para presenciar un show que pintaba para ser especial, emotivo y lleno recuerdos.

Sin banda o proyecto telonero, Daniel Cavanagh (quien en repetidas ocasiones le pidió silencio al público) fue el primero en pisar el escenario y hacer sonar los acordes iniciales alrededor de las 21:00hrs, uniéndose Vincent minutos después, listos y decididos a juntos dar comienzo a su acto “para verdaderos fans” (como se estuvo anunciando) y así satisfacer al numeroso público asistente en el lugar, quienes entusiasmados coreaban canción tras canción.

Ya entrados más en el show, cerca de 40 minutos después de comenzado, Duncan Patterson con su bajo, hizo su aparición en escena y se unió a los Cavanagh para dar continuidad al set especial para la ocasión. El conjunto de voces de los hermanos Cavanagh, guitarras acústicas, loops, bajo, teclados, etc, hicieron sonar canciones como “Untouchable Pt.I & Pt. II”, “Thin Air”, “Temporary Peace”, “Fragile Dreams”, “Angelica”, por mencionar algunas, se disfrutaron de principio a fin, y fue al finalizar el tema “Hope” (cover de Roy Harper), cuando el trío dio las buenas noches y se retiró del escenario, al parecer demostrando que no son fans del “Encore”, ya que algunas luces del sitio se encendieron y la música de fondo comenzó a sonar, ante la expectativa y extrañeza de los asistentes, y así fue durante varios minutos, hasta que Daniel regresó al escenario a interpretar “High Hopes” de Pink Floyd, para después tocar un par de temas más al lado de Vincent, y así poner punto final al concierto y a una noche especial en la que se tuvo un evento que dejó satisfechos a todos y que a más de alguno le hizo brotar diversas emociones y sentimientos.


 

Por Rodrigo Cerda
Un show íntimo que dejó a todos los asistentes totalmente satisfechos, otorgándonos viejos clásicos de Anathema bajo una nueva luz y perspectiva. Genial.
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