“Las primeras veces no se olvidan” reza un viejo adagio, y tiene toda la razón del mundo cuando pasa lo que pasó con el debut de la banda Russkaja en nuestro país. Los ejecutores de la autonombrada “Turbo polka-metal rusa” tuvieron una primera vez en tierras aztecas de ensueño con un concierto que estamos seguros ni ellos ni los fanáticos olvidarán fácilmente.
La noche no pudo empezar de la mejor forma que con la presentación de Sekta Core. Los oriundos del Estado de México con todo y “corpse paint” de parte de su vocalista Jorge Salcedo demostraron porqué son una de las bandas de más arraigo dentro de la escena del ska-core nacional. Entonando su conocida frase de “No somos los mejores pero si los que más tiempo llevamos” la Sekta repasó grandes clásicos de su repertorio como “La Canción de la Muerte” y “Zona del Terror”, alternados con temas más recientes como “Expiación de Sangre” y “También de Dolor Se Baila”. El slam por supuesto no paró en toda la presentación con empujones y madrazos por doquier, y cerrando con temas como “Todos Menos Yo” (no obstante la gente pedía a gritos “El Fantasma de la Rana” la cual nunca llegó), dejaron el recinto más que caliente para comenzar el acto estelar.
En el fondo del Circo Volador se puede leer ya en una enorme manta el nombre de la banda siguiente y claro todos están a la expectativa pues saben es el momento de cumplir el sueño de verlos finalmente en vivo. Las luces se apagan y Russkaja hace su aparición empezando la fiesta de “turbo polka” con “Kosmopolit”; aunque la verdad se ha dicha el verdadero ametralladero de emociones se vivió en el segundo tema “Ruski Style“, canción que por su velocidad y ritmo acelerado puso de cabeza al Circo Volador en un frenesí de brincos y empujones. El ruso Georgij Makazaria al micrófono no perdería la oportunidad de dar un discurso anti-bélico teniendo en cuenta Russkaja es una banda compuesta por músicos de Italia, Alemania, Austria y en mención especial de Ucrania, país de nacimiento del bajista Dimitrij Miller quien lo acompañó de pie a su lado mientras daba este mensaje de unión y fraternidad entre dos camaradas cuyas naciones se encuentran actualmente en batalla.
El concepto de Russkaja es una fiesta que mezcla sonidos de todo tipo, con canciones que suenan a Reggae y Steady como “Hey Road“, sonidos más rock como en “Radost Moja”, por supuesto la tradicional polka de “Change” y “Hometown Polka”; y verdaderas odas al Ska agresivo y lleno de adrenalina como “Psycho Traktor” donde Russkaja pide todos “jueguen” a dar vueltas en circulo hacía un lado y hacía el otro lo que los fans por supuesto obedecen y cual tractores sin frenos se empujan unos contra otros. Y claro que también hubo espacio para el idioma español, que por cierto Georgij maneja de forma excelente, tanto en “El Pueblo Unido” que es un tema totalmente ska, como en la bella y tranquila entonación llena de sentimiento que realizó de “Solo Le Pido a Dios”, original del cantautor argentino León Gieco y en la que el ruso expresó a flor de piel los sentimientos que la situación política de su país le acarrean.
El público no deja de aplaudir y consentir en todo momento a Russkaja coreando sus canciones y bailando todas sus melodías, lo cual se refleja en la alegría y los rostros de verdad emocionados y conmovidos de los músicos que prometen van a regresar pronto con tan maravillosa audiencia. La noche va acabando poco a poco y llegamos a “Wake Me Up” (cover al tema de Avicci), pero sin duda todos lo que esperaban era la descarga de “Energia“, sin duda uno de los temas más poderosos y electrizantes que la banda tiene y que reventó como relámpago los ánimos de los asistentes que dieron todo en un slam de proporciones titánicas. El show de Russkaja estaba planeado concluyera ahí, pero ante la insistencia de la gente de otro tema más la banda lo obsequia para finalmente ahora si bajar del escenario. Y pues aún estando abajo siguieron haciendo felices a sus seguidores, ya que se dieron el tiempo de tomarse cuanta foto se pudo con todos los que se las pedían; cerrando así con broche de oro esta turbo-fiesta para recordar.
Todas las fotos por Germán García, para Dilemma Conciertos.