Aunque parezca increíble, las bandas Nü-metaleras -que gozaron de la fama a finales de la década de los 90 y principios de los 2000- siguen existiendo y continúan lanzando álbumes para tratar de mantenerse en el mapa de la música, pese a que ya no cuentan con gran atención o parezcan pasadas de moda. Muchas de aquellas agrupaciones han cambiado su sonido, unas con más éxito que otras; Slipknot y Deftones son los que han salido mejor librados con muy buenos discos, mientras otros como Linkin Park o Korn cayeron en experimentos electrónicos soporíferos -caso de los primeros- y hasta dubstep -caso de los segundos-, o Limp Bizkit y su irregularidad.
El asunto con Papa Roach es regular, desde su último álbum “popular” Getting Away with Murder han pasado poco más de 10 años, 3 discos de estudio pasables y una alternancia entre Hard Rock y metal “alternativo”, dejando muy poco del rastro Nü Metal. En F.E.A.R. no se encuentra prácticamente nada nuevo y lo creo un paso hacia atrás en su carrera, incluso inferior a los 3 álbumes anteriores.
En The Connection (2012) usaron elementos electrónicos que regresan en este octavo larga duración, como lo muestra ‘Face Everything and Rise’ y un uso desmedido de secuencias electrónicas que recuerdan lo hecho por The Birthday Massacre pero sin el encanto de éstos. Lo electro tiene un peso casi a la par de la guitarra de Jerry Horton.
‘Skeletons’ y ‘Broken as Me’ poseen una excesiva semejanza en composición y estructura, casi un auto-plagio; estrofas atractivas con coros genéricos, aunque con mayor presencia guitarrera. Funcionan por separado, pero una seguida de la otra parece una sola canción.
Jerry Horton le entra al Djent (riffs pausados y sostenidos) en ‘Falling Apart’, -que de hecho también hay un poco de esa técnica en el primer tema- una canción de nula atracción. Llegadas ‘Love Me Till it Hurts’ y ‘Never Have to Say Goodbye’ peligra la atención dada al álbum gracias a la monotonía imperante. Canciones facilonas, sin esencia ni nada que decir.
Con el conocimiento de la participación de Maria Brink (In This Moment) en ‘Gravity’ se asomaba algo por lo menos interesante… pero no. Plenamente forzada en una canción de Rap, no tiene ningún brillo o razón esa colaboración. Lo que pudo ser una buena canción con las buenas voces que tienen Jacoby Shaddix y Maria (cuando sí le cantan chido) se quedó en un pobrísimo tema destinado a la indiferencia.
El trabajo más destacado de Tony Palermo en la batería viene en ‘War Over Me’, muy dinámico pero sin ser suficiente para salvar la canción. Y por fin algo no tan tedioso: ‘Devil’.
‘Warriors’ es bastante similar a ‘Face Everything and Rise’ por el empleo de la electrónica más fuertes riffs. También hay una breve –casi imperceptible- participación del rapero originario de Detroit, Michigan, Royce da 5’9”. Los invitados a F.E.A.R. no tuvieron fortuna.
La edición de lujo contiene 2 temas más: ‘Hope for the Hopeless’ y ‘Fear Hate Love’. Estos son mucho mejores que el álbum completo, un poco más cercanos a los Papa Roach de Getting Away with Murder, Jacoby con más ganas e igual en lo musical. Fácil pudieron entrar en lugar de cualquiera de las otras 10.
Los fans incondicionales adorarán el álbum, pero F.E.A.R. es el más flojo en la discografía de Papa Roach.