Novelists está oficialmente de vuelta. Después de un periodo de cambios y una identidad en evolución constante, la banda francesa regresa con Coda, un título que sugiere un cierre… pero que en realidad abre una nueva etapa con fuerza y que no solo marca el debut de Camille Contreras como vocalista principal, sino también un viraje audaz en el sonido y la narrativa emocional del grupo.
Desde los primeros acordes de la canción homónima, ‘Coda’, se percibe una intención clara: Novelists no quiere repetir fórmulas. La apertura es directa, con una producción pulida y guitarras afiladas que se funden con una voz capaz de navegar entre la ferocidad y lo etéreo. Camille no imita ni sustituye a sus predecesores; imprime su identidad con autoridad y sensibilidad. El resultado es un metalcore progresivo más emocional que técnico, más atmosférico que mecánico.
Uno de los momentos más destacados llega con ‘All For Nothing’, una composición que parece respirar tristeza contenida. Aquí, la banda se aleja de los breakdowns tradicionales para explorar una estructura más abierta, donde los silencios pesan tanto como los gritos. La canción evoluciona como una herida que se niega a cerrar: lenta, melódica, devastadora. Es en esta clase de temas donde Coda brilla con luz propia.
Sin embargo, el álbum no teme desviarse por caminos inesperados. En ‘Maldición de la Bruja’, Novelists introduce secciones cercanas al rap, efectos electrónicos y un estribillo que parece salido del pop alternativo. Es un experimento que desconcierta y divide: algunos lo ven como una muestra de osadía, otros como una grieta en la cohesión general del disco.
La segunda mitad del álbum mantiene una tensión constante entre lo brutal y lo contemplativo. Temas como ‘K.O.’ entregan el golpe directo que los fans más pesados esperan, mientras que otras piezas más introspectivas juegan con capas y texturas, revelando una banda que no teme mostrarse vulnerable. En ese contraste —entre el músculo del riff y el susurro del delay— Coda encuentra su voz más sincera.
A nivel de producción, el disco es impecable. Cada instrumento ocupa su espacio con precisión quirúrgica, sin eclipsar la voz, que sigue siendo el corazón de este nuevo capítulo. A pesar de algunos altibajos en la transición entre estilos y pistas, el conjunto logra mantener una narrativa emocional coherente.
Novelists, en Coda, no busca gustar a todos. Busca desafiar. Busca reconstruirse. Y en ese proceso, nos regala un álbum imperfecto pero valiente, que cierra una etapa y abre otra donde el riesgo vale más que la repetición.
