Gotenburgo fue un lugar donde los músicos pioneros del sonido melodic death metal irónicamente nunca se consideraron con probabilidades de crear una nueva variedad de música pesada, pero desde el principio de sus trayectorias y en algunos casos con bandas fallidas, gracias a sus atuendos o por su música daban de que hablar en sus shows escolares, incluso con pocas personas amantes del metal y en lugares que ellos mismos consideraron con orgullo: una buena mierda desagradable. Para tener actitud rebelde en este contexto fueron los más punks. El pionero adolescente de 17 años de 1988 que eventualmente alcanzaría la categoría de leyenda era Tomas Lindberg, literalmente dando show con su banda Grotesque comenzó a trazar el camino en la pequeña ciudad sueca. Si nos ponemos exquisitos al analizar la escena underground del metal sueco, parece algo glamorosa actualmente vista desde afuera, pero Niklas Sundin, Anders Fridén, los gemelos Björler, los hermanos Anders y Peter Iwers, Mikael Stanne, y el mismo Lindberg, (integrantes de las bandas más importantes de este estilo) pertenecían a un área alejada de la ciudad, abordaban la primera parada del camión y siendo prácticamente vecinos, poco a poco se iban juntando en la ruta del mismo autobus y arribaban a la parte más civilizada de Gotenburgo. Es aquí donde las leyendas comenzaron su marcha hacia la grandeza en transporte público.
Healing Harm al igual que las bandas referentes del sonido Gotenburgo como Dark Tranquility, At The Gates, In Flames, por mencionar algunas, acudieron por primera ocasión al Estudio Fredman a contratar y grabar hombro a hombro con Fredrik Nordström, pero realizando la hazaña en 2018, la ciudad sigue siendo de un mood local, y comprendieron que era necesario moverse también en transporte público. El emprendimiento, el esfuerzo económico fusionado con el apoyo familiar, y la fuerza de voluntad hacia la grandeza los llevó a culminar su segundo álbum: ‘Shapes of Alienation’. El estreno se registró desde el 8 de noviembre, y actualmente está disponible ya en CD físico y boxset con diferentes piezas de colección de edición limitada para comprarlo en Sun Empire Productions.
¿Cómo fue para Healing Harm envolverse en el Estudio Fredman y bajo la mano de Fredrik Nordström?
Fue toda una experiencia nueva envolverse en esa atmósfera, en un ambiente de verano con melancolía en un país nórdico, en definitiva sabíamos que estábamos asegurando una producción de primer nivel trabajando con Fredrik, él esta acostumbrado a trabajar en tiempo y forma, tiene una calidad impresionante, por diferencia de horarios entre Suecia y México poco a poco nos fuimos adaptando a sus tiempos. Más de lo que pensamos nos dimos cuenta que tenemos mucho en común los mexicanos con los suecos.
¿Cómo fuiste canalizando la inspiración para componer el álbum?
Siempre viene para mi la necesidad de expresarme y creo que para Alex sucede lo mismo, él también compuso conmigo en este disco. En un principio llevábamos dos o tres riffs muy solitarios, no llevábamos canciones hechas a Suecia, estando allá, estando aislados y estando solos, el Estudio Fredman nos influyó de forma sublime para realizar el disco. El estudio es un lugar bastante callado y bastante aislado dentro de un complejo industrial.
¿Cómo sabes cuando una canción que escribiste está completa?
Cuando llega esa sensación a mi oído, cuando no hay cabos sueltos, no hay cosas ni de más ni de menos, hay un efecto que yo le llamo “la canción es redonda”, pasa muchas veces que puedes componer un riff que te encanta, pero cuando está de más, ahí lo puedes sentir estorbando, ese mismo riff lo puedes hacer una o dos veces, y una tercera vez ya estorba dentro de la canción, o una melodía aunque esté muy padre cuando no está en contexto con alguna estructura musical tal vez la usas para otra canción o de plano la desechas, creo que tienes que tener muy buen juicio. En la producción musical estuvimos Alex y yo, realmente Fredrik fue una producción técnica de audio junto a un par de sugerencias en cuanto a la música, pero Alex y yo hicimos este trabajo de selección, entonces cuando tu sientes esta redondez, esa perfección de la rola aunque la rola en sí sea imperfecta, llega la sensación de placer cuando el trabajo ya está hecho.
¿Hay un elemento espiritual en esa faceta creativa?
Sí, no necesariamente es un apego religioso, tenemos nuestras creencias, nuestras convicciones, nuestra forma de pensar, nuestra forma de sentir, y eso está ligado directamente en cómo nos sentimos, al final esta conexión que tenemos de cuerpo y mente es nuestro estado espiritual, esto es lo que nos llevó a sacar tal vez frustraciones, decir algo en voz alta a través de canciones sobre lo que nos molesta del mundo, de la sociedad en general, de nuestro país, claro que nos molesta lo que pasa en México todos los días, pero este elemento espiritual está en cada una de las canciones.
¿Cuáles son algunas de tus filosofías clave para liderar a la banda?
No considero que yo soy líder en la banda, probablemente el hecho de que yo sea el fundador de Healing Harm me lleva a gestionar de una forma más constante y estar más presente con más personas alrededor de la banda. Tal vez sí este liderando la banda sin querer, pero yo veo una madera de líder en cada integrante de la banda, tenemos diferentes habilidades, carismas, perspectivas, y diferentes formas de actuar. Y la clave tal vez sea no creerme el líder de la banda.
¿Puede resultar frustrante tocar Metal en México?
En medida que vas creciendo e identificas que tus ídolos también tienen dificultades económicas, yo creo que tocar metal puede ser frustrante en general, la esencia de este estilo rebelde es temido y genera desconfianza aunque tenga una gran audiencia, pues dentro del medio también hay gente que se dedica a estafar a las bandas, creo que la solución para no frustrarse es amar lo que haces, aprender a administrarte como banda y como músico, rodearte de gente que tiene los mismos valores que tú, y no dejarse apantallar.
Por Mauricio Hernández