Noche helada de domingo en la ciudad de México, ideal para recibir el calor del fénix en llamas que engalana el último álbum de larga duración al momento de los alemanes Xandria titulado “Sacrificium”, así como de su mas reciente EP “Fire & Ashes” que los trajo de regreso a tierras aztecas con 4 fechas en nuestro país y teniendo como cierre de gira la CDMX.
Afuera la gente hace ya 2 enormes filas para ingresar al recinto: Una general y otra donde los más afortunados esperan su acceso VIP con memorabilia y obsequios en mano para que se los firme su banda favorita. Sin embargo el tiempo pasa y el frio aumenta, y las filas simplemente no se mueven. Lo que la gente no sabe es que adentro se trabaja a marchas forzadas para arreglar problemas técnicos y de sonido ajenos totalmente a los promotores, el venue o Xandria mismo: Simplemente desperfectos inexplicables y que no se pueden detectar antes de empezar el show.
Finalmente accesan los VIP, y hay tiempo solo para que la gente de sus objetos a firmar y les tomen una foto grupal con la banda. Muchos parecen inconformes esperando una convivencia más personal o quizá la famosa “selfie”, pero con el tiempo encima la producción hace lo que está en sus manos para de la manera más rápida posible cumplir con lo estipulado. Calaveritas de chocolate, flores y hasta increíbles dibujos a pulso de la banda son recibidos por la banda. Es momento de que toda la gente entre al recinto y ahora sí: Que el Cosa Nostra MX retumbe con el metal sinfónico de los teutones.
Xandria aparece en el escenario de uno por uno, dejando a Dianne van Giersbergen hasta el final, y cuando ella aparece la noche literal se cae cuando comienza a cantar “Nightfall”, para después continuar la velada con “Blood on my hands” y seguir con una de las canciones más rápidas y de velocidad al teclado como lo es “Unembreaced”.
En un estilo muy cercano a bandas como Nightwish la gente y sobre todo los fans de antaño se deleitan con “Forevermore”, para después ponerse un poco melosos con la melodiosa “Now and forever” y su sonido un poco electro al principio que aterriza en una suave y pegajosa tonada. Dianne ataviada con una falda corta color arena que deja al descubierto sus piernas y una blusa negra se sonroja de vez en cuando los fans le gritan que la aman, aunque es mujer de pocas palabras y prefiere corresponder con canciones como “Until the end” y “Dreamkeaper”. Hay que decirlo: No es la vocalista más carismática del mundo, pero la gente la ama y su voz –que es lo importante- es indiscutiblemente buena.
“Queremos invitarlos a hacer un viaje con nosotros, ¿están listos para partir?” question Dianne a sus seguidores, y ante la respuesta afirmativa viajamos de la mano de Xandria al mítico continente de la “Undiscovered land”. Y nada como una canción rápida para volver a subir la adrenalina después del viaje como “Stardust” y rematar con un clásico como “Ravenheart” y en un metal sinfónico clásico la vertiginosa “Voyage of the fallen” , donde de manera curiosa Xandria agradece a todo el personal y al mencionar a su manager este se lleva los gritos de “culero” por parte del respetable: parece que el público no le perdona la prisa con la que manejó la convivencia al inicio , y todavía pecando de inocente Dianne pregunta si eso que gritan es positivo porque no lo entiende. Xandria anuncia que viene la última canción, aunque advierte que “pero es una buena canción” y el riff pesado de “Cursed”pone a todos a mover la cabeza de arriba abajo.
Gente que quiere agarrar aun el metro para llegar a casa empieza a salir del Cosa Nostra, pero quienes se quedan pueden presenciar otras 2 canciones de Xandria primero con “Nomads Crown”, la que sin duda es la canción de mayor duración en el setlist, y ahora si regalar un cierre que hace olvidar todo lo accidentado del inicio con la esperadísima “Valentine”. Xandria cual fénix se ha levantado de las cenizas y levanta el vuelo dejando a la gente más que satisfecha al final, a la espera de su próximo álbum “Theater Of Dimensions”a lanzarse en 2017 y de un probable regreso a tierras mexicanas.