El Salón La Maraka se convirtió por unos momentos en una sucursal de la nostalgia de dos exponentes de la época dorada del “rock en tu idioma” con el concierto de La Castañeda and Santa Sabina. Toda una experiencia alucinógena y llena de sentimiento para toda una generación que disfrutó con mucho entusiasmo el poder en vivo temas que marcaron para siempre el imaginario del rock nacional.
En un espacio abarrotado donde todas las mesas lucieron ocupación a tope los encargados de abrir la noche fueron el tributo oficial a Santa Sabina, como ellos mismos se presentaron. Con Poncho Figueroa al bajo y Patricio Iglesias en la batería como miembros originales pertenecientes al grupo en alguna etapa de su existencia, vivir esta experiencia es hoy en día lo más cercano a poder volver a palpar en vivo la esencia de la Santa Sabina original. Desde el inicio con temas como “A La Orilla del Sol” and “Laberintos” se notó el click inmediato del grupo con la gente que no paraba de aplaudir y grabar la presentación, que tuvo un momento bastante emotivo por ejemplo cuando Salvador of La Castañeda se unió al grupo para echar el pigeon in “La Garra” . En algún momento Poncho mencionaría que tocarían un tema que compusieron para una obra de teatro y que era más viejo que la historia de Santa Sabina en sí, y nos regalarían “Nos Queremos Morir”. Sin duda uno de los mejores momentos de la noche fue cuando la movida “Chicles” sonó a todo lo que daba y puso los ánimos a tope, para que luego la cantante Tania Melo nos dijera que la noche estaba tomando un color como azul, o mas bien como morado; lo cual hizo que ahora si todos se pusieron de pie pues nadie quería perderse de vivir a tope “Azul Casi Morado” . Cabe destacar que la banda jamás abusó de buscar caer en lo fácil de mencionar o proyectar constantemente la imagen de la finada Rita Guerrero, lo cual se agradece pues se nota el proyecto está más enfocado en revivir y compartir el legado sonoro de Santa Sabina como bloque y no irse a la cómoda de colgarse de la memoria de “La Comandanta“.
A continuación vendría la esperada presentación de La Castañeda, que desde el inicio con temas como “Amantes de lo Insolito”, “El Loco” y “Gris Normal” puso de pie a toda la gente que comenzó a saltar y aplaudir con euforia de la mano del siempre presente carisma de Salvador Moreno. The palomazos con los miembros de Santa Sabina eran algo obligado y primero tuvimos la presencia de Patricio en la batería en el tema “Sueños”, mientras que más adelantado el show hubo otro con más miembros del grupo alternando con La Castañeda in “Cautivo de la Calle” . Pero antes de ello hubo tiempo para muchos otros momentos más como por ejemplo en “Contra Las Profecías” canción siempre vigente por desgracia ante la presencia eterna de conflictos y dedicada en esta presentación a Palestina, “Nancy Llaga” y su inconfundible sonido o bien “La Fiebre de Norma” donde antes de empezar el tema Salvador Moreno mostraría una de las obras de arte que el cantante entregaría en backstage a un coleccionista presente en la velada. Un combo compuesto por “Gitano Demente”, “La Dosis” y “La Espina” sacaría el lado más movido y festivo del grupo ya que son de los temas más acelerados y potentes del agrupación, y apenas íbamos a medio concierto.
El proyector lanzaba entonces imágenes de danzantes prehispánicos que fueron el marco para escuchar “Tloque Nahuaque”, seguida de “Tumba Matriz” , “El Gusano” and "Ángel De Las Sombras” con un tributo de imágenes del fallecido Sax of Maldita Vecindad como fondo. El público en su mayoría bastante adulto y con bebida en mano cantaba con euforia cada tema y fue así que seguimos avanzando en la velada al ritmo de “La Ventana”, “La Última Noche” y “Noches de tu Piel”, que sería de hecho anunciada como la última canción de la noche, aunque todos sabíamos que no sería así, ya que La Castañeda no podía dejarnos ir sin la experiencia casi religiosa que es escuchar “Cenit” en vivo con la piel chinita por la pasión que este tema destila. Salvador Moreno anunciaría que el siguiente tema era para sanar el alma y con “Transfusión” ahora sí nos terminaríamos llevando -citando a Salvador– un pequeño ladrillo de esta gira de “demolición” que está poniendo fin a la carrera de La Castañeda y que tendrá como clausura definitiva los shows de junio en el Auditorio Nacional.
Gran noche sin duda para los amantes del rock en español, con una banda que nos trajo un poco de las cenizas de su legado cual ave fenix, y otra banda que está en el proceso de crear el epitafio de 35 años de historia.
TODAS LAS FOTOS POR ANTONIO ARIZTI