La banda liderada por Eskil Simonsson, nos presenta su más reciente placa llamada The Blinding dark, a la que Summa Inferno tuvo oportunidad de escuchar para traerles las primicias de este noveno de larga duración en la trayectoria de los suecos/germanos, 22 años después del ya clásico Sequencer.
En seguida, para entrar a la consistencia del disco con I Close my eyes, nos encontramos con un beat fuerte, pero texturizado con la excelente voz de Simonsson y acompañamiento de los sintetizadores que endulzan el track, sin ser empalagoso, clara característica de Covenant continuando con el tercer track, al que describe muy bien su nombre: “Morning Star” empieza como el amanecer, ligero simple, fresco para poco a poco irse complicando en la estructura y salir de la “cegadora obscuridad”.
Ya bien entrado el disco con Cold Reading, que es la rola más energética del disco, sin embargo la voz de Eskil resalta tanto que le quitan la profundidad a la melodía, siendo que en las partes instrumentales donde sube el cuerpo de la canción, pero tal vez ese era su fin.
Para contrastar seguimos con A Rider on a White Horse, – cover de Lee Hazlewood- un track de tintes profundos y tristes, pero es estos sentimientos que trasmite aunado a un golpeteo suave y espaciado, lo que le dan gran peso en esta producción.
Seguimos el viaje de “Blinding dark” con el primer “Interlude”, pequeñito track minimalista para entrar a “Dies Iraes” probablemente haciendo referencia al himno latino del siglo XIII, nos presenta una fluidez profunda incluso con la capacidad de transportarnos a otros espacios y planos cósmicos.
Llegamos a la posición del primer sencillo Sound Mirrors, una melodía rítmica, si bien no vemos que vaya a ser un hittrack de “club” es una canción con espíritu de movimiento, muy probablemente con sampleos del dispositivo acústico para detectar los Zepelines Alemanes durante la primera guerra mundial, ubicado en el área de Fulwell, nombre del primera parte de este material.
El segundo Interlude, igual de cortito solo mostrando kick y punchs estructurados para entrar a la parte final del disco “If i give my soul” un track algo soso, algo ya visto y explotado por Covenant en otros discos, un coro de estructura básica con influencias downtempo, no es una canción mala, pero no es la canción que haga definir al disco.
El ultimo track titulado “Summon your spirit”, de atmósferas ambientales y entremezclado con sonidos de percusión, con ligeros toques de acid jazz, dan un cierre místico y profundo al disco.
Es una producción ambiciosa para Covenant, conceptual en todo momento y muy probablemente para dirigido a oyentes más maduros y experimentados en los sonidos de Covenant.
El disco estará disponible a partir del 4 de Noviembre vía Metropolis Records.