Nada como una noche de buen death metal de la vieja escuela para reunir a un buen número de metaleros conocedores del hecho de que hay bandas que uno no puede perderse por la gran trayectoria que estas poseen en la escena. Y es que los británicos Cancer llevaban sin visitar nuestro país, así que ya era ya justo y necesario su regreso tanto para las viejas como para las nuevas generaciones, para poder volver a contagiarse de su metal extremo y enfermo.
This is Hell, banda originaria de la ciudad de México (no confundir con la banda neoyorkina de hardcore) fue la encargada de abrir el show. Aunque para ese momento la asistencia era muy pobre los pocos que estuvieron vitorearon y aplaudieron a la banda que la verdad sea dicha tuvo un muy buen desempeño, tocando temas de su repertorio habitual como “Frontera Cero” así como también “Ecos del Tiempo”; una nueva canción de su material homónimo próximo a salir. Los capitalinos cerraron su presentación con un cover a Hypocrisy y su canción “Mental Emotions” llevándose el aplauso del público.
El tiempo transcurre y poco a poco al recinto van llegando más y más personas de manera similar al como las células cancerígenas se unen de una en una formando el tumor maligno. Con una puntualidad exquisita -digna de un oriundo de Reino Unido- a las 9:30 de la noche, Cancer hace su aparición y abre el show con su ya famosa “C.F.C.” (si no sabías que significan estas siglas, quizá no deberías estar leyendo esto). La gente ya con una asistencia más nutrida tarda en entender que la leyenda ya está ahí y esta quieta ante un tema que por sí solo ínsita a la agresividad, hasta que el primer contagiado del cáncer metalero reacciona se avienta al slam y como por arte de magia el mosh pit explota para nunca cerrarse mientras grita el coro que dice “Cancer, Fucking, Cancer”. “Witch Hunt” y los zombies saliendo de las tumbas de “Death Shall Rise” mantienen la energía y el moshpit girando sin cesar.
Un breve respiro se da con una triada de death metal un poco más rítmico y con pequeños momentos de violencia en ciertos lapsos con las canciones “Into the Acid”, “Die Die” and “Tasteless Incest”; pero como en la enfermedad del cáncer, solo es un momento de aparente tranquilidad que enmascara una recaída mortal y agresiva con “To the Gory End”, que permite disfrutar del que a mi parecer fue el slam mas aguerrido de la noche; seguido del ritmo sanguinario de “Bloody Bath” and “Body Count”, mientras que no dejan de volar fans por encima de las demás cabezas al ser lanzados por las catapultas humanas formadas por otros asistentes.
Los británicos tocan un tema nuevo que merma un poco la adrenalina por lo desconocido del mismo, pero el tumor vuelve a palpitar con 2 de las canciones más esperadas de la noche: “Burning Casket” and “Hung Drawn and Quarted” retumban en el foro Indie Rocks! mientras las rastas cenizas de Ian Buchanan giran al ritmo de su bajeo inmisericorde.
Cancer sale de escena unos minutos y algunos asistentes despistados empiezan a retirarse, sin saber que el cáncer cuando parece ya haber sido extripado, ¡siempre puede regresar y con más violencia!. La voz rabiosa de John Walker esta lista para continuar la metástasis, y con par de temas más incluido su ya tradicional cierre con “Dethroned Emperor” (original de Celtic Frost) , Cancer se retira dejando a los asistentes satisfechos y con una euforia que ninguna quimioterapia sería capaz de curar.