Diez años es lo que la gente tuvo que soportar para tener de regreso a And One, uno de los proyectos más importantes de EBM y synthpop a nivel mundial. Es por eso que desde un mes antes de la fecha los boletos se terminaron y el “Sold Out” sorprendió a muchos fans. Algunos incluso en su desesperación terminaron comprando boletos hasta al triple del precio original en reventa, que tristemente al final resultaron ser falsos. Para los afortunados asistentes con entrada asegurada, la lluvia los apuraba a entrar al Plaza Condesa que lució pletórico con su aforo a tope. Góticos, industriales y amantes de la electrónica en general se ataviaron con sus mejores galas y maquillajes y poco a poco fueron tomando lugar al ritmo de las mezclas del DJ Dimitri Berzerk, sin duda uno de los más conocidos dentro de la escena, y quien fue el encargado de amenizar la noche antes del platillo fuerte.
Llegado el momento las luces bajan por completo y And One hace su aparición explotando en energía desde el primer beat de “Krieger“, que pone de inmediato a todo el recinto a bailar y cantar con locura, con todo y snippet incluido de “Sweet Dreams (Are Made of This)” de Eurythmics. El momento de hacer un tributo a otro grande llega con “Timekiller” original de Proyect Pitchfork, y la gente en verdad trae una fiesta tremenda en el piso y los balcones. And One es consciente de que el 15 de septiembre es una fecha importante para nuestro país, y deseando un feliz día de la independencia aderezado con varios “¡Viva México!”, la mágica noche continua con “Love You To The End” y “Body Company” con su sublime solo de teclado intermedio. Y a practicar el alemán que a continuación llega “Schwarz” y nadie quiere quedarse en silencio ni un segundo.
Steve Nagavhi es un espectáculo como frontman en el escenario. Brinca y corre, y luego gira cual bailarín exquisito demostrando que la edad no le hace ni cosquillas; y es con este derroche de carisma que nos lleva de la mano a sentirlo más de cerca con “Get You Closer” . “Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos la otra vez, y esto ha sido solo porque la verdad es que no me gusta viajar. Pero prometo no volveremos a tardar tanto” nos cuenta entre broma y no tanto Steve, y el show entra un poco en sonidos menos adrenalínicos y mas sublimes con “Unter Meiner Uniform”, “Für” y “Killing The Mercy”. Es entonces que Joke Jay abandona la batería y toma rienda de las vocales para invitarnos a volar a lo mas alto con “High”, un momento sin duda hermoso sobretodo cuando el calvo cantante pide a la gente levantar los brazos para luego moverlos de un lado a otro con cadencia generando una asombrosa postal de un mar de manos meciéndose en el aire. Luego, llega el momento para que ambos vocalistas se pongan pesados con “Metalhammer” (Con todo y lucida de tatuaje en el brazo cortesía de Steve), la robótica “Deutchsmaschine” y la industrial “Panzermensch”; que pone los saltos e incluso empujones en varias zonas de la pista en modo activado. El contraste entre la elegante y serpentina presencia de Steve con la corpulencia e imponente presencia de Joke forman un ying yang perfecto.
En cuanto a los asistentes, la verdad es que me faltan palabras para describir como se percibe la euforia finalmente liberada tras tantos años de espera. Por donde se vea hay gente vibrando y cantando hasta desgarrarse las cuerdas. Todos bailan y dejan su cuerpo moverse al ritmo de la música, y el juego de luces en cada canción regalan al ojo una experiencia de celebración total que jamás se borrará de la mente. “Traum frau” y “Second Voice” van siendo ejecutadas y aunque Steve intenta engañarnos con que es la última canción, la verdad es que todos sabemos no es así y la mentira no surte ningún efecto. Pero es real que el final si va acercándose y primero con “Sometimes” y luego agitando el esqueleto con “Steine Sind Steine”; el regreso de And One empieza a esfumarse poco a poco. Los sonidos electro-tribales anuncian el inicio de “Technoman” pero si de sonidos intro famosos hablamos, el característico teclado que abre “Military Fashion Show” sube las pulsaciones al infinito en El Plaza con el que es sin duda uno de los temas más famosos y esperados por la fanaticada de And One. Estas pulsaciones se mantendrían oscilando en la atmósfera hasta el final con “Shouts Of Joy”; que con un apoteósico iluminado final del escenario con los colores de nuestra bandera sería el marco perfecto para que And One se despida ahora si de la Ciudad de México. Cansados y sin voz, pero muy felices y satisfechos, no nos queda más que tener la esperanza de que no tenga que pasar otra década para que regresen a visitarnos.