Después de un receso musical de cinco años Vomitory, uno de los padres del death metal decidió reunirse y celebrar 30 años de carrera que para fortuna de los mexicanos, tocaron tierras aztecas; CDMX, Monterrey, Querétaro y Guadalajara pudieron disfrutar de altas dosis de metal extremo.
Fue el pasado 20 de septiembre cuando el C3 Stage sirvió del templo ceremonioso en el cual greñas largas no cesaron en hacer headbanging sin tregua y no era para menos, una agrupación de culto estaba frente a sus ojos.
La presentación de los suecos se dio en el marco del Metal Shot Fest organizado por ACK Promote + Sound & Noise y en el que también participarán las bandas Vulgar Addiction, Gore and carnage, Ectoplasma, Betray Me, Dance now bitch y Infective Simphony. Es bien sabido que el grueso de la población rara vez llega a ver las primeras bandas de una larga jornada y esta vez no fue la excepción ya que hasta minutos antes del show de los escandinavos la asistencia no sobrepasaba un puñado de gente, misma que lució receptiva ante el talento local, pero hasta ahí.
Pasadas las 23 horas y luego de que los mismo músicos terminaran de afinar sus instrumentos -quién dice que el metal extremo es glamouroso- Erik Rundqvist, Urban Gustafsson, Peter Östlund y Tobias Gustafsson lanzaron machacantes piezas como “The Voyage”, “Gore Apocalypse” y “Ripe Cadavers” ante ya cerca de las 400 personas.
Vomitory, surgió a principios de los noventas de la mano de el bajista Ronnie Olson y Urban Gustafsson, con el tiempo la banda mutaría de integrantes, siendo pues Gustafsson el único miembro original de la banda en la actualidad. “Guadalajara, es genial estar aquí, quieren escuchar algo pesado”, exclamó Urban, para dar paso a la densa “Revelation Nausea” donde los guturales desgarraron la garganta a más de uno.
De pronto, como mandato divino, el foro se partió a la mitad y comenzó el baile dulce llenó de fraternidad en donde se desata toda la agresividad de la semana. Codos por delante se convergen danzando en círculos, mientras se brindan empellones y una que otra patada al prójimo, eso sí, si alguien se derrumba, inmediatamente se detiene el ritual, se levanta al caído, se verifica que esté bien y se sigue con la celebración.
Suena “Rotting Hill” proseguida de “Serpents” y la velada se vuelve adulta, no sin antes una poderosa dosis sonica a cargo de “Terrorize, Brutalize, Sodomize” y “Primal Massacre”. Vomitory se retira del escenario y sin hacerce mucho de rogar regresa a la tarima para despedirse con “Raped in Their Own Blood”
Tal vez pocos habían pedido su concierto, pero esta noche, se dejó en claro que el death metal tiene una fiel, conocedora y sólida base de fans de Guadalajara que espera que más noches como esta se repitan en la ciudad.
Reseña por: Héctor Navarro para Summa Inferno [penci_review]