Es domingo por la tarde, día por excelencia para quienes gustan de ir a la iglesia a agradecer al señor por las bendiciones de la semana y por un día más de luz. Pero como el día tiene a la noche de contrapeso, hay también un rincón de la ciudad donde el mismo domingo se pinta de negro, y ofrece un espacio donde los amantes del black metal se dan cita para adorar o simplemente disfrutar mientras hacen apología a las artes oscuras de un gran show, con Acherontas desde Grecia como invitado principal.
Estamos haciendo fila para ingresar y los vientos soplan con fuerza mientras una corta pero agresiva lluvia se hace presente: tal vez Dios mostrando su inconformidad; tal vez Satán su beneplácito. Cuando por fin logramos entrar somos recibidos por Dictum, una banda de black metal puro y de la vieja escuela que no escatima en nada en cuanto a presencia y sonido. Un par de enormes cruces invertidas flanquea el escenario a los costados mientras de las vocales de su imponente cantante escuchamos temas como “Enlightenme”, “Purulent Gods” y “Eternity Is Now”. La banda, que ya ha abierto shows de otros consagrados del género como Taake y Tormentor, tuvo un gran recibimiento, incluso con algo de slam en la pista con su potente sonido y la teatralidad de su imagen y detalles; y fue despedida entre aplausos cerrando su presentación con “I will drink the oceans”, “Consecration” y “Eternal night will be again”. Su primer disco de larga duración verá la luz este año, vía Dementum Records. Posterior a ellos recibimos una propuesta nacional más, de la mano de In Obscurity Revealed. Estos capitalinos por su lado son ya una banda con mucho más andar, incluso con varias fechas en Europa ya agendadas. Su estilo es sin duda mucho más agresivo y veloz y pese a su joven imagen dieron cátedra de gran sonido y poder, dejando todo listo para la banda estelar de la noche.
Empiezan los preparativos para recibir a Acherontas, pero de nuevo Dios parece intentar impedir a toda costa el ritual. Y es que no sabemos si la banda griega no sabe transmitirle al equipo técnico contratado sus necesidades o si son los miembros del staff quienes no pueden con las exigencias de los griegos; pero lo cierto es que estamos parados en la pista mucho tiempo viendo la frustración, malas caras y hartazgo de un lado y del otro; y el sonido parece nada más no quedar óptimo segun los estándares de la banda. Por fortuna y después de un rato que nos pareció una eternidad, el Diablo vence una vez más y Acherontas sale ahora si listo para iniciar el ritual negro.
Ya ataviados con sus característicos paleacates negros que ocultan su rostro dejando ver solo sus calvas cabezas, Acherontas hace su aparición con el intro “Voluntas Supra Materiam (Vocatio Prima)”. “Amenti-The Lamp Ov The Desert” de inmediato pone las manos cornudas de quienes se dieron cita en alto, y los aullidos y gruñidos de sus poseídos fans completan el infernal aquelarre sonoro. Mientras el black metal suena los instintos agresivos de algunos seguidores se hacen presentes y empiezan a empujarse uno contra otro al frente de la pista calentándose de más un poco los ánimos, y la hechicería y las artes negras son invocadas con la ejecución de “Sorcery and the Apeiron” y “Conjuration of the Five Negatives”. La imagen de Acherontas rompe con el estereotipo del black metal tradicional de los rostros blancos con símbolos negros, y en su lugar se ven como terroristas de alguna célula fanática de algun culto oscuro; con sus paliacates cubriendo siniestramente su rostro mientras “Legacy of Tiamat” y “Blood Current Illumination” hacen la delicia de los demonios hambrientos de buen metal.
La noche avanza y la eucaristía está por concluir, y aunque es hora de que Acherontas sigue discretamente quejándose del sonido y pidiendo más volumen, ha llegado el momento de cerrar la misa. Primero con “Wampyric Metamorphosis” y “The Horned Moon” (temas originales de Stutthof) y tras una breve pausa tocar “Ma-Ion (Formulas Of Reptilian Unification)”, los griegos dan ahora si cierre a su homilía negra, dejando a todos los asistentes listos para ir a descansar en paz. Afuera la lluvia no ha cesado quizá como símbolo de las lagrimas del cielo que ni con todos sus accidentados intentos, pudo lograr que el ritual de Acherontas se llevara a varias almas consigo esa noche.
Todas las fotos por Alfredo ALV