Hablar de Mantra es hablar de toda una institución dentro del metal latinoamericano. Fundada en 1988 es pilar dentro del movimiento del metal costarricense y sin duda uno de los estandartes más grandes -si no el que más- de la escena Death/Thrash de aquel país. El grupo ha reunido una alineación poderosa con un balance entre la vieja y la nueva guardia conformada por Roberto Pana en la batería, Kristopher Muñoz en las vocales Isaac Antillón en el bajo y Roberto Alfaro junto a Eduardo Marenco en las guitarras. La banda ha anunciado que se lanzará a lo grande promocionando su más reciente trabajo “Omnipotente” además de tocar sus clásicos, y es este el motivo que los trajo a México en una gira de varias fechas que tuvo su cierre en el Salón Mandala de la Ciudad de México.
Tras la actuación de varias bandas de variados sub géneros del metal como Godless Throne, Devil´s Fuel, Oxidised Razor y Dhemag llegaría el momento estelar de la noche y Mantra escogería un track de su último trabajo para abrir la noche por lo que los acordes de “Abaddon” son los encargados de dar inicio a la descarga de Death/Thrash. Las poderosas guturales de Muñoz rugen como bestia mientras entona “Bruja Emperatriz” y “World Of Lies”, mientras a su lado la cabellera larga y platinada de Marenco se mueve de un lado a otro como si de un jovenzuelo más se tratara, lo que le da por supuesto un sublime contraste de dos generaciones compartiendo escenario en un mismo legado. Mención aparte por supuesto para Pana en la batería, quien es el miembro fundador activo y que aporrea los platillos con todo el poder de la experiencia de más de tres décadas de historia con Mantra de manera continua; y se entrega con todo con temas como “La Profecía”, “El Ojo de Dios” y claro: “Planeta Odio”; tema que se ha convertido en el sello de la banda y todo un himno referente del metal tico. Con esta canción Mantra se despide reafirmando su status como una banda de peso total en la escena metalera latinoamericana, dejando la puerta abierta para muchas sorpresas futuras. El planeta odio está en orbita y nada lo detendrá.
Todas las imágenes por Cel Quintero