Sin duda al darle piel, el oyente se transporta a una danza en el mismísimo infierno, diez canciones son las que componen el nuevo disco Bloodbath, ‘The Arrow of Satan’. Este sería el segundo disco donde Nick Holmes (Paradise Lost) toma la batuta con sus indomables guturales, si quieres escuchar riffs brutales, distorsión a montón y una siniestra voz grave, este disco es para ti.
Comenzando muy bien con ‘Fleischmann’, melodía brutal con riffs contundentes y guturales fuertes que te transportan a una película de terror, en seguida ‘Bloodicide’, es sin dudas la mejor de todo el disco, todo el potencial vocal de Holmes se ve reflejado en esta canción, las armonías gore y los riffs son simplemente perfectos, en el bridge de la canción incluye a Karl Willetts (Bolt Thrower, Memoriam), Jeff Walker (Carcass) y John Walker (Cancer) como invitados.
Más tarde, saltando a ‘Wayward Sumaritan’, resalta por los riffs de speed metal, unos screams high interminables y mucha potencia en la que su fortaleza técnica brilla y cada elemento encaja a la perfección. Por consiguiente, ‘Levitator’, inicia con un riff embriagante que te envuelve en unos instantes, después, ‘Deader’ es el indicado para acelerar tu pulso y seguir en esta danza infernal.
Al avanzar el disco con las canciones se vuelven un poco monótonas sin detalles que sobresalgan mucho, por ejemplo en ‘Morbid Anthicrist’ se puede sentir una vibra de potencial acompañada de unos coros débiles que la hacen una canción más de la lista.
Para cerrar, ‘Chainsaw Lullaby’ hace que nos olvidemos un poco de la monotonía aunque es una canción que va demasiado rápida para cerrar el álbum pero divertida para cerrarlo.
La producción de esta placa es nítida, enfatiza la gravedad y las distorsiones saturadas de la guitarra, sutiles solos acompañando la distorsión, y la mayoría de los riffs son muy buenos, sin duda un buen disco para los amantes del death metal sueco.