La expectativa por ver a Lion´s Law era grande dentro del círculo skinhead-antifascista y no es para menos: Era el debut de los franceses en tierras aztecas y la fiesta se alistaba con todo en el ahora llamado foro Ecatepec, un recinto que de un tiempo para acá está pisando fuerte para convertirse en un sitio referente de conciertos de este movimiento.
Las cabezas rapadas empiezan a llenar el lugar y desde temprano el cartel fue transcurriendo con la presentación de bandas como Diedreis y los Filero, que se han convertido en un nombre constante en estos carteles y cuentan con una gran respuesta de parte del público.
Posteriormente desde Colombia Urban Noise pisó con todo el entarimado y demostró un poder increíble y que prendió a la gente desatando el slam de principio a fin con temas como “Fiel compañero”, “Somos de Bogotá” y “Una vida de lucha” y hasta un cover de la banda inglesa “Last Resort”. Finalmente y tras un lapso largo de espera Skandalo Oi! saldría al escenario y con una formación integrada por algunos miembros de la agrupación anterior bajaría un poco las revoluciones y los ánimos con su sonido mas Ska.
Para este momento el aforo es bastante nutrido y las botas y los tirantes desfilan por doquier cerveza en mano esperando a la banda estelar. Una manta negra con el logo de la agrupación es colocada debajo del barandal del escenario elevado, y los asistentes aprovechan para tomarse la foto con la insignia leonina a sus espaldas. Tras una breve prueba de sonido Lion´s Law está presente y el primer rugido de la fiera es “Our Generation”, que de inmediato pone a los skinheads a tono a brincar y desatar el lado agresivo pero de camaradería que los caracteriza. “Lafayette” y “Liar” mantienen los ánimos a tope y para “Antisocial” ya la parte de enfrente de la pista es un verdadero campo de batalla de ansiosos de adrenalina.
Uno de los mejores temas de los franceses se hace presente con “I Don´t Give a Damn”, todo un declarado de indiferencia y un dedo medio pintado en la cara contra quien se te ponga enfrente, para luego dar el viaje callejero por el viejo barrio con “City Streets”. Wattie en el micrófono hace gala al nombre de la banda pues no deja de pasearse de un lado al otro cual león enjaulado y saludando a la fanaticada en un excelente español, para después detenerse a entonar las rabiosas letras de himnos como “In Your Veins” y el golpe en la nariz que es “Knock em Out”.
Los leones hacen metamorfosis por un instante a lobos con “Walk With The Wolves” toda la manada de cabezas rapadas aúlla y enseña los colmillos mientras el slam Oi! toca uno de sus puntos más altos y aguerridos de la presentación. “Sons of Oi!” y “Watch em Die” son tocadas con gran pasión y entrega, y luego con “A Thousand Eyes” y su sonido taladrante la gente enloquece, la cerveza vuela por los aires y uno que otro skinhead ya alcoholizado es vapuleado en el slam y arrastrado a zonas más seguras por los demás camaradas.
Las luces verdes iluminan por completo el escenario dando la imagen de una jungla donde claro, el león es el rey; y entonces ocurre lo impensable: Los músicos y cantantes de todas las agrupaciones previas se hacen presentes en el escenario y dan un cierre de apoteosis antifascista interpretando primero “Canción Oi! Oi! Oi!”en total español para después por supuesto la máxima canción de unidad y fraternalidad como lo es “For My Clan” donde el combinado arriba del escenario es brutalmente proporcional a la euforia bajo la pista.
Una noche antifascista para nunca olvidar para los amantes del Oi!, donde el león si es como lo pintan: Agresivo, poderoso e imponiendo su ley. Las bandas se despiden y los skinheads se retiran del foro con un gran sabor de boca.