Junio de 1980. Ha pasado un mes desde el suicidio del cantante Ian Curtis y Joy Division publicaba lo que se convertiría en su canción más icónica: ‘Love Will Tear Us Apart’.
Grabada originalmente en enero de ese mismo año en los Pennine Studios, la primera versión no fue del agrado de Curtis, quien decidió regrabarla semanas después en los estudios Strawberry de Stockport. En abril, la banda grabó el video oficial del tema, el único en su carrera.
Tras su lanzamiento, ‘Love Will Tear Us Apart’ se convirtió en la primera canción de la banda en convertirse en un hit, llegando a los primeros lugares en los charts ingleses de la época.
A cuatro décadas de su lanzamiento, ‘Love Will Tears Us Apart’ continúa siendo prueba inequívoca legado del ingenio de Curtis, quien la escribió para ser su testamento y testigo del sufrimiento que le provocaba su separación con su esposa, Deborah Woodruff.
Deborah e Ian se casaron en 1975, cuando él tenía apenas 19 años de edad. Las cosas llegaron a su fin cuando ella pidió el divorcio tras enterarse de la relación extramarital que Curtis mantenía con la periodista belga, Annik Honoré.
Tras su fallecimiento, la canción quedó grabada para siempre en su lápida.