La ciudad de Birmingham, cuna del heavy metal y hogar de uno de sus más grandes íconos, se prepara para despedir a Ozzy Osbourne con una procesión conmemorativa que se llevará a cabo el próximo miércoles 30 de julio. El cortejo recorrerá las calles principales de la ciudad antes de culminar en una ceremonia privada, en la que participará exclusivamente su círculo más cercano.
Este tributo público permitirá a los fans rendir un último homenaje al Príncipe de las Tinieblas, cuyo impacto musical y cultural trasciende generaciones. Desde su etapa fundacional con Black Sabbath hasta su carrera como solista, Ozzy no solo redefinió los límites del género, sino que construyó un vínculo emocional con millones de seguidores en todo el mundo.
Aunque se espera que la procesión convoque a multitudes, se ha confirmado que la ceremonia final será estrictamente privada, respetando el deseo de la familia Osbourne de mantener la intimidad en ese momento.
El evento también será transmitido en vivo para llegar a quienes no puedan estar presentes en Birmingham. Se prevé que miles de personas alrededor del mundo sigan el recorrido desde casa, como parte de un gesto colectivo de despedida.
Este homenaje marca el cierre de una era. Ozzy Osbourne, con su voz inconfundible y su presencia inquebrantable, deja un legado imposible de reemplazar. Su influencia perdurará tanto en los riffs de guitarra como en el corazón de cada fan que lo acompañó en este viaje.