image 79

Ozzy Osbourne fue enterrado en los jardines de su mansión en Buckinghamshire

Ozzy Osbourne fue sepultado en los jardines de su mansión en Buckinghamshire, Reino Unido, tras una ceremonia íntima que marcó el cumplimiento de su voluntad final y el cierre de una era.

Ozzy Osbourne, uno de los íconos más influyentes del heavy metal, fue enterrado el 31 de julio en los jardines de su residencia en Buckinghamshire, Inglaterra, en una ceremonia privada que respetó su último deseo: descansar en paz en su propio hogar. La decisión de ser sepultado en su propiedad fue tomada por el propio artista años atrás, y su familia cumplió estrictamente con esa voluntad, organizando una despedida íntima alejada del espectáculo público que a menudo rodeó su figura.

La jornada anterior, miles de seguidores rindieron homenaje al músico en una procesión pública en Birmingham, su ciudad natal. El cortejo fúnebre recorrió calles emblemáticas del centro, acompañado por una banda que interpretó temas clásicos del género que ayudó a definir. Admiradores provenientes de todo el Reino Unido y otros países se reunieron para rendir tributo a quien consideraban no solo una leyenda, sino una figura paterna del rock más extremo.

Sharon Osbourne, su esposa, y sus hijos estuvieron presentes tanto en la procesión como en el entierro. La familia expresó que el funeral fue planeado según los deseos específicos de Ozzy, incluyendo elementos que él consideraba esenciales: flores con mensajes personales, música significativa y la compañía de sus seres más cercanos. En el jardín, un árbol de manzano silvestre fue el lugar elegido para la sepultura, símbolo de la conexión de Osbourne con la tierra que lo vio renacer después de cada caída.

El acto privado contó con la presencia de amigos cercanos, colaboradores musicales y algunos miembros de Black Sabbath. Las emociones estuvieron a flor de piel, pero el ambiente fue sereno y respetuoso. Lejos de los escenarios y los reflectores, la ceremonia ofreció un último gesto de intimidad para un artista cuya vida pública fue constante motivo de atención y controversia.

Ozzy Osbourne deja una huella imborrable en la historia de la música. Como pionero del heavy metal, su legado va más allá de los discos y los conciertos; encarna una actitud, una estética y una forma de entender el arte desde los márgenes. Su partida representa el cierre de un capítulo fundamental en la cultura contemporánea, pero su influencia seguirá viva en cada riff que lleve su firma espiritual.