KORN hizo retumbar el Pepsi Center

PRODUCCIÓN
90
AUDIO
100
LOCACIÓN
100
Nota de lectores5 Votos
74
97

Dos décadas después de su debut como banda de estudio, la vigencia de Korn, una de las agrupaciones pioneras del NüMetal sigue siendo poderosa, tal como lo demostró en su presentación en el Pepsi Center WTC hace unos días. El recinto se llenó, los boletos se agotaron, y afuera los revendedores hacían su agosto en pleno Abril revendiendo los boletos al doble o más del costo original.

Terror Universal, banda de horror metal conformada por integrantes y ex-integrantes de Ill Niño, Soufly y Machine Head fue la encargada de abrir el show. Con una imagen que recuerda a Slipknot y un sonido más emparentado con bandas como Motionless In White la verdad es que no les fue muy bien. Casi nadie los conocía -de hecho, lo más famoso de ellos es que corrieron a su anterior vocalista por un caso de acoso sexual denunciado por Otep en una gira- y a pesar de tocar completo su EP “Reign Of Terror” su presentación paso sin pena de gloria y desde la primer canción mucha gente pedía a Korn en el escenario. Un cover de esos de “si no está mal no lo arregles” de “Superbeast” (original de Rob Zombie) fue con lo que los enmascarados terminaron su gris presentación.

korn 1Todo cambiaria cuando una enorme manta con el nombre de la banda estelar se deja caer en el escenario, y un muñeco como el que engalana la portada del disco “Issues” aparece en el escenario. La gente está lista para la banda de Jonathan Davis. Las luces se apagan y el inconfundible grito patentado de “Are You Ready?” de la voz de Davis anuncia que con “Blind” es momento de desatar la locura. “Right Now” y “Here To Stay”, dos de las canciones más sucias, pesadas y rasposas de la banda hacen que los fans desaten el slam en la pista, para después calmarse un poco con “Love & Meth”. Durante todo el concierto es muy notoria la diferencia de ambiente cuando Korn toca canciones más recientes, a cuando desata los demonios del ayer con canciones como “Somebody, Someone”. Bipolaridad que se repite en el siguiente instante con la poco coreada “Narcissistic Cannibal”, seguida de la infaltable, insuperable e infalible “Falling Away From Me”.

Munky y Head a quien siempre diremos nos da gusto haber recuperado en la banda- se lucen en las cuerdas con “Coming Undone”. Pero si de lucirse con un instrumento se trata, nada supera al tradicional momento en que Davis aparece con su gaita en un momento totalmente tradicional de Korn previo a tocar “Shoots and Laders”, la cual cerraron con un potente snippet de “One” de Metallica. “Hater” es la siguiente canción en el setlist, para posteriormente presenciar el tradicional solo de batería de Ray Luzier. La banda se ha caracterizado a lo lago de los años por ser previsible y repetitivo en sus presentaciones en vivo, pero eso a sus fans les importa un bledo: Lo disfrutan como se disfruta encontrarse a un viejo conocido aunque siempre hablen de las mismas anécdotas.

korn 2“Twist” y su minuto de duración de sonido torcido y enfermo ponen al público a brincar y tratar de emular los sonidos deformados que escupe Davis desde la garganta, para después continuar con “Did My Time” canción que los fans han adoptado ya como un himno de los originarios de Bakersfield y que fue un punto alto en cuanto ambiente se trató en el show.

“Quiero que todos levanten su dedo medio y griten estas palabras: Fuck that!” pide un Davis (que no sabemos cómo le hace para que cada que sube al escenario rejuvenecer y hacer parecer que no pasa el tiempo por él, a diferencia de sus fotos casuales donde si ya se le nota el viejazo), y el público obedece para que la fiesta siga con “Y´all Want a Single”, y cerrar la primera parte del show con “Faget” y el cósmico cover de “Another Brick In The Wall”, original de Pink Floyd.

Korn regresá al escenario para que literal, los fans sigan a su líder. “Got the life” y “Freak On A Leash”, las 2 canciones más exitosas del multipremiado y alabado “Follow The Leader” de 1998 son el cierre soñado para todos los hijos del maíz, quienes dan todo en este último cierre para despedir a los californianos. Los músicos se despiden agradeciendo y no escatimando en halagos para la audiencia, y lanzando plumillas y baquetas que Luzier hizo llegar hasta las partes más altas del Pepsi Center, ¡buen brazo, Ray!

Korn puede preguntarle a sus fans mexicanos un millón de veces a sus fans mexicanos y la respuesta jamás cambiará: Siempre.