En su evento de celebración de XV aniversario, Eyescream Productions festejó con todo trayéndonos un verdadero combo con lo mejor del deathcore nacional e internacional, en el show conjunto de Oceano y Rings Of Saturn en el Lunario del Auditorio Nacional.
Con la puntualidad precisa para iniciar sus shows en lo que se ha vuelto una etiqueta del festejado, primero disfrutamos de dos propuestas nacionales: The Horror Between Us, quienes por mucho fueron la banda mas joven del cartel, nos demostraron su emoción de formar parte de este evento con un bombardeo de energía y muchísima actitud. Al terminar su actuación llegó el turno de los tapatíos de Arcadia Libre, ya todos unos consagrados en la escena deathcore nacional y que con himnos como “El Credo de Darwin” consiguieron prender el moshpit por primera vez en toda la noche.
Mientras esperamos la salida de la siguiente banda el DJ del Lunario nos regala una extraña mezcla de temas de Queen, Toto y hasta Bon Jovi, que los fans sorpresivamente se saben y corean de principio a fin. Hasta que llega el momento en que las luces se apagan y el intro instrumental de “Also Sprach Zarathustra” antecede al alunizaje de Rings Of Saturn, que de inmediato abre la invasión con “Inadequate”. Vestido con una playera de Dragon Ball Z y con la energía que lo caracteriza, Ian Bearer se desgarra en intensidad al ritmo de temas como “Godless Time” y “Sensless Massacre”, mientras el contraste en las cuerdas con la sobriedad de Joel Omans es por demás notorio. Y para que todos los miembros de la banda se luzcan, Rings Of Saturn anuncia que tiene para nosotros una sorpresa, que resulta ser un virtuoso solo de batería de Mike Caputo. Hay un momento donde el sonido falla, pero es arreglado sin problema de manera rápida.
En la pista ya los fans bailan y se golpean en las formas muy propias de este género con mucha intensidad, y la velada continua con algunos otros temas traídos del espacio exterior mismo como “The Relic” y “Seized and Devoured”. Algo que llama mucho la atención entre los fans de Rings es la ausencia de Lucas Mann, uno de los anillos principales de este saturno deathcorero. Lo cierto es que sin declaraciones que aclaren el motivo, el músico lleva ya varias fechas ausente en la alineación. Esto no impide que la odisea espacial sea un éxito y finalmente con “Margidda” la banda cierre su presentación, dejándonos con hambre de mucho más “aliencore. Todos coincidimos en que se nos hizo muy rápido el set.
Tras un muy breve receso las luces vuelven a apagarse, y Oceano sale de lleno a hacer lo suyo. Ni saludos ni nada, simplemente un tsunami bestial con “The Taken” como canción de inicio nos da de lleno en la cara. Sin quitarse su chamarra a pesar del calor, Adam Warren insita a todos al moshpit agitando su mano antes de tocar canciones como “Dead Planet” y “A Mandatory Sacrifice”. Esta es la segunda vez que Oceano visita a nuestro país como bien rememora Warren en un intermedio, para luego admitir de su propia voz que somos un país grandioso como público. Los “blasts” de otro mundo combinados con la velocidad que la banda imprime son una experiencia simplemente extrasensorial, y con “Weponized”, “District Of Misery” y “Nephilim” queda mas que demostrado el poder similar a un tanque de guerra que Oceano se carga.
“Ustedes allá abajo tienen que estar mas sudados que yo, si no es así es que algo están haciendo mal” sentencia un empapado Warren a los fanáticos, que responden poniéndose aún mas agresivos al ritmo de “The World Engine” y “Human Harvest”; esta ultima del disco “Revelation”, con toda su temática del fin del mundo y la extinción de la raza humana por causa de sus actos la cual es vista desde varios planos multidimensionales. A mi lado pasa un chavo con sangre brotándole de la nariz cortesía de uno de los puñetazos al aire de los amantes del hardcore, demostrando que pasión es lo que menos le hace falta al respetable ese día. La marea poco a poco empieza a disminuir y Oceano todavía tiene tiempo de inundarnos de nuevo con su música antes de irse, y tras una breve pausa y con unos cuantos temas más como Dawn Of Descendent” y el bestial cierre con “Samael The Destroyer”, el nivel del agua en el Lunario vuelve a su cauce natural y Oceano se despide ahora si dejando satisfecha a toda la nación mexicana del deathcore. Los fans se retiran a su casa cansados pero felices, esperando no ser abducidos por un platillo volador o lanzados a otro plano dimensional en su trayecto al hogar.