Con The Revenge of Alice Cooper, el grupo original de Alice Cooper se reúne por primera vez en 51 años para traernos un álbum cargado de nostalgia, teatralidad y rock clásico. El disco, producido por Bob Ezrin y disponible desde el 25 de julio de 2025, representa un salto hacia atrás al sonido de los 70, pero con la tecnología y vigencia musical del siglo XXI.
La apertura con “Black Mamba” es un golpe de efecto inmediato. Esa mezcla de riff wah-slinky, voces crecientes y el espíritu escénico característico, además de la guitarra de Robby Krieger, anuncia con claridad que el regreso no es un gesto reverencial, sino un retorno jugoso y seguro. Le sigue “Wild Ones”, un rocker frenético que mantiene el pulso alto y confirma que la química del cuarteto original sigue viva.
A lo largo del resto del álbum, temas como “Up All Night”, “Kill the Flies”, “Famous Face” o “What a Syd” retoman la estética vintage con estructuras compactas, letras juguetonas y momentos que recuerdan la era dorada de la banda. Hay experimentación leve (por ejemplo, tintes jazzy en “What a Syd”) pero manteniendo siempre un pie en el sonido tradicional.
“Blood on the Sun” sobresale especialmente. Arranca con una atmósfera 70s “feel-good” que se transforma en un monstruo sonoro feral: grooves densos, dramatismo vocal y momentos instrumentales que justifican el álbum por sí solos.

Lo más evidente es la química intacta entre los músicos originales. Dennis Dunaway en el bajo brilla, Neal Smith aporta grooving dinámico y Michael Bruce sostiene la estructura sin estridencias, mientras que Alice suena sorprendentemente enérgico y entonado frente a su rango vocal presente. La escucha transmite que están pasándola bien, como en los viejos tiempos.
Eso sí, no todo es perfecto. Si bien las primeras dos canciones destacan ampliamente, el resto del álbum tiene varios pasajes que podrían sentirse repetitivos o prescindibles. El diseño de 16 pistas funciona como ventana al pasado, pero también diluye el impacto general del disco como proyecto moderno.
Entre los fans, el consenso es positivo: uno señala que “it’s simply amazing” ver a la banda actuando con esa vitalidad pese a su edad; otro comenta que el cierre “See You on the Other Side” resulta muy emotivo tras la muerte de Ozzy Osbourne, interpretándose como tributo también a Glen Buxton. Cabe destacar que no hay singles del calibre de “School’s Out” o “I’m Eighteen”, pero se valora el cuidado en la ejecución, la producción y el espíritu intacto.
En definitiva, The Revenge of Alice Cooper no busca reescribir la historia del rock, sino reforzar una propuesta clásica con autenticidad y oficio. Puede que no sea un álbum imprescindible, pero sí es una pieza sólida, vibrante y cargada de personalidad.
