El vocalista y guitarrista Matthew Kiichi Heafy de Trivium lanza hoy nuevo videoclip para su proyecto en solitario Ibaraki que tuvo su primer álbum, ‘Rashōmon’ producido por la colaboración con la leyenda del black metal Ihsahn de Emperor. ‘Rashōmon’ vio la luz el pasado 6 de mayo, a través de Nuclear Blast Records
Ya puedes ver el video oficial del nuevo sencillo, ‘Jigoku Dayū’, dirigido por Black Card Films.
“Cuando presencié por primera vez la pintura clásica japonesa original de Jigoku Dayū, quedé hipnotizado; luego leí la historia”, explica Heafy. La historia todavía me persigue hasta el día de hoy: una mujer capturada, esclavizada y obligada a vivir en un mundo de servidumbre. El kimono que ella forjó representaba todas las escenas del infierno, una metáfora de la prisión en la que ahora vivía”.
Kiichi es fan del black metal incluso antes de comenzar Trivium y fue a hablar con representantes del sello de Ihsahn (de la banda Emperor) y el artista respondió personalmente. Él recuerda: “Fue realmente genial recibir aquel OK y me inspiró a comenzar a escuchar su proyecto solista. Él acababa de lanzar su propio álbum en solitario y nunca había escuchado algo así: saxofones, voces limpias, acordes de jazz. Fue increíble para mí. Es un inventor incansable. Entonces eso me influyó para componer de manera diferente”.
Estar expuesto al trabajo solista de Ihsahn lo inspiró a componer y gradualmente convertirse en Ibaraki. También fue el comienzo de una amistad y una colaboración creativa que finalmente llevó al propio Ihsahn a asumir el papel de productor del proyecto. Si bien se hizo una gran cantidad de material para Ibaraki a lo largo de los años y meses, un intercambio de ideas entre amigos llevó el proceso de composición de canciones a proporciones absurdas, donde el ápice del florecimiento de ideas fue en medio de la pandemia de COVID-19.
“Fue súper tranquilo”, dice Ihsahn. “Teníamos apenas algunas demos durante mucho tiempo porque siempre estábamos muy ocupados, pero de repente todo se canceló y tuvimos tiempo por primera vez para hacer esto. Nunca trabajamos en el mismo ambiente; él grababa las guitarras y me las enviaba y yo las pasaba por mi estudio y las enviaba de vuelta. Era una nueva forma de trabajar pero yo estaba al otro lado del vidrio. Matt es un tipo súper positivo, enérgico y fan de la música: tenemos actitudes similares en la música y somos muy abiertos para todo. Fue algo que me enseñó mucho”.
Las interacciones creativas entre los dos resultaron en una confianza absurda que nació en este proyecto. “Ambos comenzamos una banda a los 13 años”, dice Ihsahn. “Firmamos nuestro primer contrato discográfico a los 16 años y descubrimos nuestra esencia de vida cuando éramos demasiado jóvenes. Hablamos mucho sobre eso y las experiencias que hemos tenido, es como no saber de nada más”.
Si bien el material fue compuesto principalmente por Kiichi, Ihsahn hizo la producción y la ingeniería y contribuyó también con estructuras de la música. También el baterista de Trivium Alex Bent, el bajista Paolo Gregoletto y el guitarrista Corey Beaulieu contribuyeron en varias canciones. La esposa de Ihsahn, Heidi, incluso trajo algunas muestras de sonidos del bosque. También hay participaciones de los ya mencionados Nergal, de Behemoth, y Gerard Way.
Ihsahn también incentivó a Kiichi para buscar nuevos caminos de inspiración para las letras, particularmente de su herencia japonesa. A pesar de tener varias historias contadas por los tatuajes de su cuerpo, historias de dioses específicos de Japón y monstruos de la religión sintoísta por indicación de su madre se convirtieron en tema para las letras del álbum.
Si bien la rica mitología y el folclore de Japón es lo que le da la estética y las influencias a IBARAKI, también se convierte en la canalización de su propia identidad y, considerando las recientes tragedias de su estado mental, también ensalzó la necesidad de una mejor representación dentro del universo del metal extremo.